Sterling Brown no jugó ante Miami tras ser agredido a la salida de un club nocturno de la ciudad de Florida. Con el paso de los días, se conoció que de no ser por Kevin Porter los agresores podrían haber terminado con su vida.
La situación se dio a la salida de un boliche, cuando el escolta de los Rockets inadvertidamente se subió al auto equivocado y los dueños lo atacaron con botellas de vidrio, lo que le generaron lesiones faciales y otras en todo el cuerpo.
Según The Athletic, esas lesiones podrían haber sido mortales si no era por la intervención de Porter, su compañero de equipos, que se metió y evitó que sigan golpeandolo.
"Si no hubiera sido tan fuerte y duro físicamente, es posible que no hubiera salido de la situación. Pudo haber muerto esa noche del domingo", contó una fuente al medio estadounidense.
Ante el público conocimiento de esta situación, Porter entró dentro de los protocolos anticoronavirus impuestos por la NBA y no fue parte tampoco de los últimos encuentros.