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Ver para creer: los hoteles embrujados de la NBA

09:42 02/01/2021 | En Milwaukee y Oklahoma City los jugadores no solo tienen que preocuparse por rendir en la cancha. El motivo es la actividad paranormal.

Harden, Bryant y Gay (Foto: Clutch Points)

Algunos jugadores de la NBA verdaderamente dan miedo. Los aclarados de Kevin Durant, las volcadas en transición de LeBron James, los triples de nueve metros de Stephen Curry... Pero para las franquicias que viajan a Milwaukee para enfrentarse a los Bucks de Giannis Antetokounmpo y las que arriban a Oklahoma City a competir contra los Thunder de Shai Gilgeous-Alexander no solo tienen que preocuparse por lo que puedan hacer sus rivales dentro de la cancha, sino también fuera de ella.

La razón son los hoteles de las dos ciudades en las que siempre se alojan los equipos. Uno es el Pfister en Milwaukee, que fue inaugurado hace 125 años y el otro el Skirvin Hilton de 103 años en Oklahoma. Según algunas declaraciones de jugadores que presenciaron diferentes situaciones, se rumorea que están embrujados y que cada vez menos basquetbolistas (y deportistas) desean pasar una noche en el lugar.

Por ejemplo, Caron Butler, un exjugador de la NBA, escribió un artículo llamado Noche de Miedo (Fright Night) en The New York Times en 2014, donde comentó que "todos en la Liga saben de ella", refiriéndose a Effie, un supuesto fantasma que muchos vieron en el Skirvin, quien era una empleada del establecimiento hace vastos años atrás que tuvo un hijo con el dueño del hotel. Para evitar un escándalo, el hombre la encerró en una pieza en el décimo piso y eventualmente la mujer perdió la cabeza, tirándose al vacío y suicidándose junto con su primogénito. 

"Los jugadores corpulentos que no temen atacar el aro, lanzarse de cabeza hacia los asientos de la tribuna o tomar tiros en el clutch se estremecen ante el mero pensamiento de Effie. Otro caso es el de Taj Gibson, que cuando jugaba para los Bulls no pudo explicar por qué la puerta de su baño se cerró de golpe. Tampoco Wesley Johnson, en ese entonces integrante de Phoenix, se despertó una mañana y encontró su bañera llena de agua. 

"El lugar está encantado", explicó Jared Jeffries en una entrevista con The Daily News. "Definitivamente creo que hay fantasmas en ese hotel", le comentó al mismo medio Eddy Curry. "Prefiero pagar por mi tranquilidad. Si dicen que está embrujado, eso es suficiente para mí, no voy a tirar los dados", declaró Lou Williams en una nota con la página oficial de la NBA, explicando el motivo por el que decidió pagar, junto a Larry Nance Jr., una habitación en el hotel Colcord cuando ambos jugaban para los Lakers. 

Es que además de su leyenda y tradición, el Skirvin estuvo vacante durante casi 20 años antes de que fuera renovado y reinaugurado como el Skirvin Hilton en 2007. Apariciones errantes podrían haber ocupado el lugar y las declaraciones testimoniales de los jugadores no dejan de mitigar el crecimiento del mito.

Por otro lado, el Prister Hotel tiene 125 años y abrió sus puertas por primera vez en 1893. Fue catalogado como el Gran Hotel de Occidente y presentado como un "lugar de encuentro acogedor y lujoso", según escribe el sitio web del hotel. 

“El famoso Hotel Pfister es uno de los hoteles más embrujados de Estados Unidos y posiblemente del mundo. Es un hito histórico en Milwaukee, que es el hogar de equipos profesionales de béisbol y básquet cuando están en la ciudad. Los jugadores de las grandes ligas han informado de una amplia gama de actividades paranormales cuando se quedaron en el hotel. Algunas de las cosas que comunicaron son anomalías eléctricas, manipulaciones de objetos y apariciones", escribió ESPN en un artículo.

Falta de sueño, ruidos extraños, encuentros cercanos con lo que no se puede explicar, movimientos insólitos y muchos otros eventos privan a los jugadores de dar su mejor versión en la cancha. ¿Será verdad? Quizás jamás se comprobar.

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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