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Scot Pollard, una figura imponente con sus 2.11 metros de altura, siempre ha destacado, se supo destacar en las canchas de básquet por más de 11 temporadas en la NBA. Pero su desafío más reciente fue el más desalentador hasta ahora. Ingresado en el hospital el 7 de febrero, Scot enfrentaba una situación grave: su corazón, debilitado por un trastorno genético, le fallaba, latiendo 10000 veces más al día.

Determinado a luchar, Scot permaneció en el hospital, sabiendo que su mejor oportunidad de sobrevivir era un trasplante de corazón. A pesar de probar medicamentos y un marcapasos, nada funcionó. Luego, el 16 de febrero, un destello de esperanza: se encontró un corazón donante, lo suficientemente grande y fuerte para el campeón de la NBA. La cirugía, que duró cinco horas, fue un éxito.

Mientras Scot tocaba la campana en el Centro de Trasplantes de Vanderbilt el jueves, 13 días después del trasplante, fue recibido con aplausos del personal del hospital, marcando un hito en su recuperación. Su esposa, Dawn, compartió el emocionante momento en las redes sociales, agradeciendo al donante anónimo que le dio a Scot "el regalo más increíble de la vida".

Scot mantuvo su lugar como un buen pivote de rotación en la NBA, antes de ello destacó en la Universidad de Kansas, donde se proyectó para ser la 19º selección del draft de 1997. Pollard en aquel momento fue una tentación para Popovich, quien dudó si elegir a Scot o a Tim Duncan en el puesto 1. Finalmente recaló en Detroit, luego pasó por Sacramento, Indiana, Cleveland y Boston. Con los Celtics de 2008 consiguió su anillo y luego se retiró, su mayor victoria hasta aquel momento, antes de tener un verdadero corazón de campeón.

HE MADE IT!! 13 days post heart transplant and he got to ring the bell! 🔔 pic.twitter.com/n6f5p5ibem

— Dawn Pollard (@DawnMPollard) February 29, 2024