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La estrella de los Nets, Kevin Durant, se movió bastante por la NBA en su carrera. Sin embargo, el momento más controvertido se produjo cuando dejó el Thunder en 2016 para unirse a Draymond Green, Stephen Curry y Klay Thompson en los Warriors.

Si bien se enfrentó a un montón de reacciones violentas por parte de los fanáticos del Thunder por traicionar al equipo después de llegar a las Finales de la Conferencia Oeste ese año, Durant no se arrepiente en absoluto de lo que hizo.

“Fue una decisión relacionada solo a la parte de básquet, pero tampoco me importaba un carajo. Sentí que encajaba perfectamente en ambos lados de la cancha para los Warriors y que mi juego llegó a un punto en el que tenía que ver realmente cómo se veía eso”, empezó contando el veterano en Chips, la entrevista mano a mano que tuvo junto a Draymond Green.

“Sentí que ese movimiento fue una obviedad. Siempre supe que quería terminar en Golden State a pesar de que tenía que pasar por el proceso de todas esas reuniones. Solo por la forma en que ustedes se manejaban en las entrevistas, la forma en que jugaban, sabía que ahí es donde quería estar”, finalizó Durant sin inmutarse sobre lo que pasó.

Kevin ganó títulos consecutivos con los Warriors y fue una gran parte de su dinastía hasta que se lesionó el tendón de Aquiles en los playoffs de 2019.

Durant encajó perfectamente en los Warriors, ganando el título y el MVP de las finales de la NBA en 2017 y 2018. Si bien los fanáticos lo mantuvieron en su contra, al ala no le importa mucho al parecer. Hizo lo que tenía que hacer.