NBA

El momento en el que Stephen Curry supo que Golden State era su casa

22:04 20/12/2021 | Los Warriors le dieron una renovación de cuatro temporadas y 44 millones de dólares, luego de una 2011/12 en la que se perdió 40 juegos por lesión.

Curry hizo historia (Foto: NBA)

Su primera temporada empezó de la mejor manera, promediando 17,5 puntos y dando muestras de su incontenible talento. Lo mismo ocurrió en la segunda campaña en el profesionalismo, pero a a partir de ese instante la vida lo puso de nuevo a prueba. En mayo del 2011 se sometió a una cirugía en su tobillo derecho y las ramificaciones se presentaron con el tiempo.

En la 2011/12 se perdió 40 partidos por culpa de la lesión que lo trajo a maltraer y otra vez las dudas que se habían callado en los dos primeros años hicieron ruido. ¿Se mantendrá sano? ¿Finalmente su físico dijo basta? ¿Deben renovarle los Warriors? Claro que sí. Golden State, como al inicio, confió en él y le dio una renovación por cuatro temporadas y 44 millones de dólares.

Curry respondió y no defraudó a los Warriors, promediando máximas en su carrera en la 2012/12 con medias de 22.9 puntos y 6.9 asistencias, erigiéndose como el líder de un joven conjunto que prometía y creando una gran dupla con su Splash Brother, Klay Thompson.
Ambos fueron rodeados de otros prospectos en los que pocos confiaban como Draymond Green, junto con soldados como Harrison Barnes y Andre Iguodala. La frutilla del postre llegó en la 2014/15, cuando Steve Kerr reemplazó a Mark Jackson en la dirección técnica. Desde ese momento, Curry y los Warriors establecieron una de las dinastías más sorprendentes de la NBA, ganando en esa campaña el primero de sus tres anillos en un lapso de tres años (incluidas dos finales perdidas en 2016 y 2019).
En aquella temporada Stephen fue elegido el MVP de la regular y luego, en la 2015/16, repitió la condecoración de una manera histórica, siendo el primer jugador más valioso de forma unánime, promediando 30.1 puntos por partido y revolucionando el básquet desde su base con triples a la carrera y transiciones que rompían los dogmas de los puristas de la naranja. 

Compartir