Denver se quedó con un importante triunfo ante Los Angeles Clippers, que le permitió arrebatarles el tercer puesto de la Conferencia del Oeste. Facundo Campazzo fue de vital importancia en el costado defensivo y tuvo un gran aporte en el cierre del juego. La inorportuna lesión de Jamal Murray le permitió crecer en la consideración del equipo y él cumple con creces. La confianza está alta y algunos rivales lo padecen.
La capacidad del cordobés en la defensa ya no está en tela de juicio y Mike Malone habitualmente lo pone frente a frente con las principales estrellas del perímetro de los diferentes equipos. Anoche fue el caso de Paul George, que por momentos se motró completamente molesto e incómodo sobre el parqué. Tal era la frustración del alero, que cuando tuvo la oportunidad le marcó la cancha y lo empujó.
Pese a las claras muestras dentro de la cancha de su enojo, el alero de los Clippers le quitó completa importancia al trabajo del argentino en la conferencia de prensa posterior al partido. "No ha sido ningún reto para mí, no creo que haya sido así...", expresó. Además, jugó con la ironía y agregó: "Jugadores como él tienen que buscar una manera para poder tener impacto, para dejar una huella en el juego".
Sin embargo, los números no avalan lo declarado por George. Si bien sus 20 puntos estuvieron muy cerca de las 23.7 unidades que promedia por encuentro en esta temporada, sus promedios fueron rebajados considerablemente por el bloque de Denver. Por su condición de estrella, Paul no podía perder este duelo también en los micrófonos, ya había caído en el rectángulo de juego y los Nuggets están terceros.