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Los Denver Nuggets alcanzaron la cima de la NBA y ganaron el campeonato de 2023 después de vencer a Miami Heat en cinco juegos. Con solo cuatro derrotas en los playoffs, este equipo superó a sus oponentes con facilidad y mostró que tiene lo necesario para volver y defender su corona.

Por un lado, Denver tiene la ventaja de la juventud. Nikola Jokic tiene solo 28 años y Jamal Murray tiene 26. Cuatro otros jugadores del núcleo del equipo están programados para vestir la camiseta de los Nuggets hasta la temporada 2024-25 y no tendrán distracciones por extensiones de contrato. El jugador más veterano de los Nuggets es Reggie Jackson, con 33 años, mientras que Kentavious Caldwell-Pope tiene solo 30. Los Nuggets serán contendientes al título durante al menos los próximos tres años con la forma en que han asegurado sus contratos.

Además, este fue el primer año en el que sus jugadores pudieron desarrollar una mejor química entre ellos, después de lesiones de Michael Porter Jr. y Jamal Murray en las temporadas anteriores. Tener otro año jugando juntos fortalecerá aún más su vínculo, y la química de este equipo seguirá mejorando en el camino, que después del nivel exhibido en la postemporada pasada, Denver podría consolidarse como un equipo todavía más poderoso en términos ofensivos.

También, por supuesto, está el factor individual de Nikola Jokic. Con dos premios de Jugador Más Valioso en la temporada regular en su haber y un elenco de apoyo que saca lo mejor de él, Nikola Jokic es considerado uno de los mejores jugadores del mundo en la actualidad. Su estatus de superestrella es innegable y, con un anillo defensor y el premio al Finals MVP, entrará a la temporada como el #1 de toda la liga.

Otro campeonato para Jokic consolidará su legado como uno de los mejores pivotes en la historia de la NBA, ampliando su caso para ser denominado como uno de los mejores -si no termina siendo el mejor- jugadores extranjeros en la historia de la NBA.