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Chris Paul es, sin duda, uno de los mejores armadores de todos los tiempos. Drafteado en 2005, CP3 ha cautivado a los fanáticos de la NBA con su excelente manejo del balón y su intrincado juego durante 18 temporadas. En ese tiempo, el ex jugador de la Universidad de Wake Forest ha recibido una tonelada de elogios.

Es cinco veces líder en asistencias y seis veces líder en robos y ha formado parte de varios equipos All-Star, All-Defensive y All-NBA. Sin embargo, todos estos premios llegaron en la temporada regular. En términos de forma de postemporada, el “Point God” ha dejado mucho que desear. Durante sus 18 años en la liga, Paul ha jugado 143 partidos de Playoffs y ha salido con marca de 72-71. Un rendimiento bastante promedio, pero cuando se examina de cerca, aparece una estadística interesante. 

El notorio árbitro de la NBA, Scott Foster, ha arbitrado 14 de las derrotas de Playoffs de CP3. Desde que ingresó a la NBA, 'Point God' históricamente ha tenido una mala reputación con el oficial. Los dos han chocado cabezas en varias ocasiones y, según los registros, parecería que Foster tiene algo contra Paul. Después de todo, solía tener una marca de 0-14 en los Playoffs hasta ayer, donde finalmente levantó la maldición que llevaba consigo mismo a manos del oficial. Por suerte para Chris, el Juego 2 fue su primer victoria siendo arbitrado por Foster. De haber seguido el curso, un -
 yendo a Los Angeles hubiera sido el final del camino.

A lo largo de su carrera, Chris Paul ha desarrollado una reputación de mal desempeño en los playoffs. El base solo ha llegado a las Finales de la NBA una vez y apenas ha tenido dos apariciones en las Finales de Conferencia. Ahora, para un jugador normal eso estaría bien, pero para uno del calibre de CP3 plantea dudas. Sin embargo, este podría ser el año que cambie todo. Por primera vez en su carrera, Chris Paul ganó en los Playoffs siendo arbitrado por Foster, en el Juego 2 ante Los Angeles Clippers en Phoenix. Esto puede significar un cambio de curso vital en su carrera, más ahora con Kevin Durant y un verdadero equipazo. Quizás, sólo sea una coincidencia, pero al menos CP3 terminó con la mala racha frente a su archienemigo más implacable.