Basquetplus.com

Tyrone Curtis Bogues nació el 9 de enero de de 1965 en Baltimore, Maryland y desde allí se abrió su camino en un deporte para gente alta, pero él con su estatura y astucia, siempre supo que esa afirmación no era la última palabra. Con 159 centímetros de longitud, Tyrone encontró en el baloncesto el medio de vida para divertirse en la infancia, crecer en la universidad y madurar en la NBA, consiguiendo la meta de poder vivir del baloncesto, desterrando en cada noche de que a esa deporte solo podía jugar los del metro ochenta para arriba.

En el high school se destacó de con sus amigos en la Escuela Secundaria de Baltimore y sus actuaciones llamaron la atención del entrenador Leon Howard, para reclutarlo y llevarlo para Dunbar High School. Allí dio un salto de calidad en juego y visibilidad, siendo partícipe necesario de una racha de 59 triunfos seguidos entre su penúltimo y último año. Fue el MVP de esa gesta y con ello los reflectores comenzaron a posarse sobre él, las mejores universidades querían a ese jugador diminuto que ya empezaba a llamarse “Muggsy”, debido a su forma de robar el balón, un sobrenombre que le puso Dwayne Woods, compañero en Dunbar.

Wake Forest fue la universidad elegida para hacer la carrera en la NCAA y allí también le fue bien, teniendo un último año extraordinario con medias de 14.8 puntos y 9.5 asistencias. En su proceso universitario, partiendo desde las buenas actuaciones y siendo uno de los diez mejores asistentes en el país, le llegó la chance para ser parte del seleccionado estadounidense que salió campeón del mundo en España 1986.

A la NBA arribó en el puesto número 12, seleccionado por los Washington Bullets y cautivó a todos por su físico y habilidad para driblar el balón. Podía correr con picando la pelota casi o más rápido que sin ella, pero en la capital no tuvo un gran reconociento en cuanto a lo colectivo y ni siquiera lo protegieron para que por ejemplo, Charlotte como franquicia de expansión se lo lleven. Los Hornets se hicieron de sus servicios y allí fueron los mejores años de su carrera con el boom Charlotte, aquel equipo simpático que lo nucleaba a Muggsy, junto a Alonzo Mourning y Larry Johnson como principales figuras.

Rex Chapman, ex compañero de Bogues en los Hornets, una vez contó la historia de lo mucho que le gustaba a Muggsy la lucha libre y también como J.R Reid (otro fan de ese deporte) descreía de sus capacidades y entonces el base se encargó de hacérselo saber.

“Un día después de la práctica, Muggsy y J.R. Reid bromeaban sobre la lucha libre y él le dijo a Muggs que no podía luchar en ese deporte. Entonces un día estaban ellos dos saliendo de la ducha, mientras el resto no cambiábamos y Muggs lo golpea con la toalla, invitándolo a pelear, a probar la lucha libre y antes de que nos enteráramos de lo que estaba pasando, Tyrone ya estaba por la espalda de JR (medía 2.05), levantándolo y poniéndolo cabeza al piso, dejando atónitos a todos en el vesturario. Desde ahí supimos que no había que meterse con Muggsy”, recordó Chapman

El buen ambiente en Charlotte se respiraba y los resultados llegaron rápidamente con temporadas de 10 puntos y 10 asistencias de media. Pero en una de las decisiones más impopulares de la franquicia decidieron dejar ir a Muggsy para la llegada de BJ Armstrong, en un canje que lo depositó al oriundo de Maryland en los Warriors.

Tras una temporada en Golden State, donde alternó buenas y malas, firmó para a los Raptors, otra franquicia relativamente nueva, donde vivió sus últimos mejores años, a principios de los 2000. Allí compartió equipo con Vince Carter y alcanzaron por primera vez los playoffs y el bueno de VInce siempre recuerda de Muggsy, la regla que llevaba su nombre, la que consistía en que si no lo ves en la cancha, levanta el balón porque seguro estaba atrás tuyo.

Recuerdos de compañeros, infinidades de elogios, asistencias, puntos y ese juego fresco hicieron del armador de Baltimore, un jugador emblemático para los fans de la NBA.

Muggys Bogues, la figura elocuente que cuestionó el paradigma de que al básquet, solo jugaban los altos

En Twitter: @osoresmauro