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Durante la temporada de novato de Jordan Clarkson con Los Angeles Lakers, Stephen Curry se transformó en un jugador de calibre MVP. Por otro lado, su compañero Kobe Bryant estaba en los años crepusculares de su carrera, más dedicado a ser mentor de los jóvenes en una franquicia que ya no competía por los Playoffs.

En la cabeza de Kobe, los Lakers podrían tener su propio Curry en Clarkson. Entonces, en lugar de enseñarle al joven algunos de sus trucos y aconsejarlo con cosas fuera de la cancha, Bryant estudió el juego de Curry e intentó inyectarlo en el repertorio del joven Clarkson.

"Kobe me ha estado insistiendo en poder jugar sin balón, moverme sin balón”, dijo en 2016 sobre qué era lo más importante que había aprendido de Bryant. “Siempre me insiste, hablando de Steph Curry. Todos lo vemos por sus jugadas espectaculares, pero el tipo siempre se está moviendo, y por eso tiene tantos tiros abiertos”, contó, mostrando lo en serio que se tomaba Kobe el tema del scouting.

Feliz con la forma en que Bryant lo aconsejó desde muy temprano, Clarkson se aseguró de no perderse nunca una oportunidad de aprender. En el verano de 2019, Bryant realizó una sesión especial de entrenamiento de verano de dos días en su Mamba Sports Academy; Clarkson se enteró de esto y decidió acudir, lo cual fue gracioso porque estaba lleno de chicos menores a 15 años. Como era de esperar, Bryant desglosó todo una vez más y el escolta, ahora en Utah Jazz, regresó a su casa con una nueva lección de su ídolo.

No hace falta decir que Clarkson siempre estará agradecido por todo lo que Bryant hizo por él, especialmente en sus años formativos en la NBA. Y aunque no se convirtió en el próximo Curry, los esfuerzos de Kobe para convertirlo en un gran jugador valieron la pena.