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“Quiero vivir en un mundo en que los seres sean solamente humanos, sin más títulos que ése, sin darse en la cabeza con una regla, con una palabra, con una etiqueta”, decía Pablo Neruda en uno de sus libros.

Seguramente no sabía de la existencia del protagonista de esta entrevista al escribir su idea.

"¡Vildoza! Lo saca a pasear a Lamonte... Faja, lanzamiento para treeeeeeeeeeeeeeeeees".

Pellegrinet no estaba loco, sino loquísimo. Su delirio tiene un motivo y el talento del jugador del que habla es desmedido, porque no tiene manual ni instrucciones. 11 piques de magia, 11 lechos de muerte para el resto, 11 lujos, 11 instintos asesinos, 11 martirios para el foráneo de Olímpico. El calendario marcaba 2017 y Luca, en esa acción, le demostró a la nación que su repertorio era por y para la NBA.

Luego se fue por el mundo. Estampó su efigie en Europa, también en Argentina y la selección. Nadie quedaba a salvo. Ahora esperan los Juegos de Tokio y la Gran Manzana, mientras aquel hechicero hace lo que le da la gana y busca con los suyos la del millón que está dorada.

Pero antes, se toma unos minutos y dialoga con Básquet Plus.

“Perdón que no atendí, tenía al celular como no disponible”, se disculpa y comienza a cantar.

-¿En qué momento de tu carrera llegás a estos Juegos Olímpicos?
. Estos últimos tres meses que estuve sin jugar trabajé mucho en técnica individual y en algunas cosas que me hacen falta en ofensiva. Si bien no tuve competencia (“uno necesita de ese feeling con el roce”, confiesa Luca), me siento bien. En la última temporada en el Baskonia fui uno de los pilares del equipo hasta que partí y acá también podría hacer lo mismo, siempre sabiendo que tenemos otros basquetbolistas con alto poderío anotador.

-¿Qué le ves de positivo a esa competencia interna que hay en el seleccionado argentino entre los guardias?
. Desde el primer día que estuve con Facu (Campazzo) y Nico (Laprovittola), y ahora que se sumó Lea (Bolmaro), lo dije. Competir con ellos me hace dar un paso adelante, mostrarme y crecer como jugador. Al final, lo que quieren es esa rivalidad en las prácticas que nos mejora a todos para llegar al torneo de la manera más óptima.

- Si bien sos uno de los más experimentados del plantel, no tuviste la chance de estar con tantos jugadores de la Generación Dorada. ¿Qué se siente aprender de uno de ellos como Pablo Prigioni?
. Lo aprovecho en cada momento. Pablo, por lo que fue como jugador, tiene la sabiduría para transmitir todo lo que aprendió. En sus últimos años en Minnesota también contó con la chance de absorber conocimiento y nosotros, con Facu, Lapro, Lea y los que se quieran sumar de los chicos, intentamos sacarle el jugo. Al final, la técnica individual que hacemos con él no estamos acostumbrados a realizarla y nos viene muy bien. Hasta que nos vayamos a Tokio, sabiendo que no podrá ir, lo seguiremos exprimiendo porque uno necesita mejorar como basquetbolista en esos aspectos que comenté anteriormente.

- En China 2019 tuvieron el séptimo rating defensivo más bajo. Sergio Hernández comentó que buscaba mantener esa vara e incluso mejorarla. ¿Cómo podés ayudar a potenciar eso?
. Como equipo nos tenemos que proponer eso. Queremos jugar un poco mejor que en China. Si bien dejamos una buena imagen, sabemos que el torneo olímpico es exigente en todo momento. Si perdés dos partidos es muy probable que te vayas a tu casa. Conocemos cómo es la teoría de Sergio y hay que aplicarla con convencimiento y ganas, buscando dejar a Argentina en lo más alto. Allá vamos por una nueva aventura.

- En el Mundial fuiste de menor a mayor. ¿Esperás un salto en tu aporte en Tokio?
. En este momento de mi carrera creo que puedo dar un poco más de lo que ofrecí en China. A pesar de que tuve un buen papel, y demostré estar a la altura, ahora estoy disfrutando del momento en el que me encuentro, bien físicamente, de nuevo compartiendo con los chicos que hace mucho nos los veía y sintiendo que tengo cosas para aportar en ofensiva, con la tarea que me dé Sergio en defensa. En los partidos del Mundial había veces en las que entraba a marcar y pienso que rendí, así que quizás ahora logre tener un poco más de participación en ataque.

- Con respecto a los rivales del grupo, ¿pudiste ver algo del Preolímpico?
. Tenemos que ser honestos, sabemos que será un grupo muy difícil y debemos estar al 100%. Estamos trabajando para eso, para llegar de la mejor manera. Son rivales de primer nivel. Eslovenia acaba de ganar un Preolímpico en muy buena forma, sabiendo que cuentan con un Luka Doncic que viene liderando en todas las facetas. Pero, por otro lado, en nuestro equipo hay jugadores para anular a otros rivales. Mucho se hablaba de los basquetbolistas de Francia y de Serbia en el Mundial, y Pato (Garino) y Tortuga (Deck) se hicieron cargo y consiguieron secarlos. Ahora mismo, nos preocupamos más por nosotros que por lo que se nos viene.

- Dusko Ivanovic es un especialista defensivo. ¿Qué características suyas aplicás en el seleccionado?
. Lo que hacía Dusko no era de muchos conceptos. Al final, él siempre te motivaba a dar un paso más y eso paulatinamente te convencía. Te exprime tanto que terminás creciendo y es lo mismo en el seleccionado. Teniendo a compañeros como Luis (Scola) o Facu y entrenadores como Sergio, que hacen exactamente lo mismo todo el tiempo, no necesitás muchos alicientes para defender. En definitiva, Ivanovic me enseñó mucho desde el convencimiento y que si uno cree, lo puede realizar.

- Por otro lado, ¿qué te impresionó de Nueva York? ¿De la franquicia? ¿De los entrenadores?
. Me trataron muy bien desde que llegué e intentaron ayudarme incluso sabiendo que esta temporada iba a quedarme afuera. Preparamos mucho la campaña que viene, trabajando con énfasis en la técnica individual y en algunas situaciones físicas que me permitan soportar a esos pesos pesados en la NBA. Estoy muy contento con la franquicia por cómo me recibió y veremos si el año próximo puedo representarlos, ja.

- Si hay algo que quedó en el debe de Nueva York esta temporada fue la circulación del balón, siendo el segundo equipo que menos asistencias promedió. Desde tu óptica, ¿podés mejorar eso? Además, ¿en qué otras facetas impactarías?
. Con lo que soy los puedo ayudar, pero uno no puede dar más de lo que tiene. Lo que estoy trabajando ahora también lo vengo pensando para la temporada que viene, ya que, si es posible, estaré con los Knicks. Ojalá logre brindarles eso que tanto necesitaban, aunque sé que el primer año de NBA siempre es difícil para acostumbrarse. Ahí están los mejores jugadores del mundo, al fin y al cabo. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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