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Depende de qué lado se lo mire puede ser el mejor y peor resultado a la vez este 2-0 que lleva estampado las finales de la NBA. Si es por el lado del Phoenix es el mejor resultado y si es por Milwaukee es el peor lejos y la explicación se basa simplemente que solamente cuatro equipos en los últimos 50 años fueron capaces de dar vuelta una serie que arranco adversa y con los dos primeros juegos perdidos.

A comparación de cómo se dice en la jerga popular futbolera “el dos a cero es el peor resultado”, en el básquet estar adelante dos juegos a cero en una serie al mejor de siete es el mejor escenario habido y por haber. Los Suns hicieron la tarea en el valle y se quedaron con los dos primeros puntos de la serie con cierta autoridad ante un rival que tuvo altibajos y que solo tuvo a Giannis encendido y metido en las finales, sus compañeros de anotación Holiday y sobre todo Middlenton han estado muy por debajo de lo que venían mostrando.

Repasando la historia de las últimas 50 temporadas de la NBA, los números arrojan que solo en cuatro ocasiones los equipos que arrancaron perdiendo los dos primeros partidos terminaron consagrándose campeones de la NBA.

En 1969 lo hicieron los Celtics ante los Lakers de Jerry West ganando en el séptimo juego, en una serie donde se sostuvieron las localías hasta el último duelo donde se impuso Boston por 108 a 106. La segunda fue en  1977 de la mano de los Portland Trail Blazers, franquicia denostada en los últimos tiempos como perdedora, pudo hacerse con el título tras remontar la serie frente a Philadelphia, ganando cuatro juegos consecutivos con Bill Walton como insignia.

Más acá en el tiempo, en el 2006 Miami Heat rubricó su primer anillo campeón tras vencer a los Mavericks de Dirk Nowitzki de la mano de Dwayne Wade y Shaquille O’Neal. El Heat se había armado con todo para ese título y además de las dos estrellas mencionadas tenían entre sus filas a dos bases de primera clase como Gary Payton y Jason “Chocolate Blanco”, Williams.

En el 2016, quien si no que LeBron James se suma a estas proezas y es quizás la más épica de todas por cómo estaba todo dado para un nuevo título de los Warrios (el mejor registro de la fase regular de toda la historia 73-9), pero los Cavs con un amor propio empujado por el Rey lo dieron vuelta, primero 0-2 y después 1-3, inédito por donde se lo mire. Fueron tres triunfos seguidos de los de Ohio con aquella tapa de LeBron a Iguodala como la foto de ese campeonato donde James se recibió de leyenda.