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Hablar del Baskonia es hablar de Pierria Henry. Sacrificio, corazón, altruismo. El base simboliza todo eso y más. Se metió en el corazón de todos los vascos a base de entrega, lucha, esfuerza y sangre fría en los momentos más complicados. Esto le valió ser conocido en el ámbito internacional y Senegal ya lo tiene en la mira. 

A pesar de que nació en Estados Unidos, el base se nacionalizó senegalés y está en los planes del seleccionado africano para disputar las ventanas de febrero en busca de la clasificación al Afrobasket. 

El norteamericano es uno de los elegidos por el técnico Boniface Ndong en su lista de 17 jugadores que incluye a dos basquetbolistas más de la acb: Youssoupha Ndoye y Clevin Hannah. Sin embargo, si Henry se va a la concentración, el segundo mencionado no lo haría ya que, por regla, solo puede acudir uno de los nacionalizados.

"Era importante asegurar esta posición teniendo a mano otro jugador de baloncesto de altísimo nivel para compensar una pérdida por lesión o indisponibilidad", explicó en África Top Sport el presidente de la Federación Senegalesa de Baloncesto, Babacar Ndiaye después de que el jefe de estado, Macky Sall, aprobara el decreto el pasado miércoles.

Además, para Henry sería la oportunidad de dejar de ocupar plaza de extracomunitario en el Baskonia en cuanto debute con la selección. Pero los problemas llegan a la hora de encajar los calendarios del equipo de Dusko Ivanovic con los de la selección.

Una vez finalizada la disputa de la Copa del Rey se dejará paso a un periodo de selecciones en el que Senegal tiene que jugar los próximos días 19 (vs Kenya), 20 (vs Mozambique) y 21 (vs Angola). Mientras, el Baskonia jugará el 18 frente al Khimki en Moscú y la siguiente semana (26 de febrero) ante el Estrella Roja en Vitoria ya que no hay Liga Endesa. 

O bien Henry no jugaría el partido frente al Khimki para poder estar con la expedición senegalesa en los tres encuentros o tendría que desplazarse después de competir en Moscú, siempre contando con que los protocolos de salud y las conexiones de los viajes (8.000 kilómetros entre Moscú y Dakar) así lo permitieran.