Especiales

Diego Romero, el argentino que estuvo presente en los atentados del 11-S

13:00 11/09/2021 | El interno de Gimnasia se dirigía a Texas para empezar su carrera universitaria. Fue el último en enterarse de lo que pasaba en Estados Unidos.

Romero pasó por un sinfín de situaciones aquel día (Foto: ADNSur)

Hoy se conmemora un nuevo aniversario del trágico día en el que cayeron las torres gemelas y ocurrieron una serie de accidentes protagonizados por el secuestro de diversos aviones en Estados Unidos.

En cada historia mundial parece siempre estar un argentino y en aquel lamentable episodio un jugador que luego competiría en la Liga Nacional presenció el hecho sin siquiera saberlo.

“Llegué a Atlanta el 11 de septiembre de 2001  e inmediatamente estaba medio perdido porque esos aeropuertos son inmensos, son ciudades. ¡Era más grande que mi pueblo! Se ve que en ese momento ocurrió el atentado. Primero fue un caos, pero después fue un día genial porque aproveché para hacer turismo. Paseé por todos los lugares deportivos, desde el estadio de Falcons hasta los cuatro círculos de los Juegos Olímpicos, fue una gran experiencia. Cuando se hizo tarde tenía que volver al aeropuerto y todos me decían que no se podía. Por suerte en el subte me encontré con dos señoras centroamericanas que peleaban en español y fui a preguntarles cómo llegar a destino. Sorprendidas, ellas me dijeron: ´Oye chico, tú no te vas a ningún lado´. Ahí me explicaron lo que pasó, no podía creer lo que sucedió”.

El protagonista es Diego Romero y todo sucedió cuando estaba dirigiéndose a Texas para empezar su carrera universitaria en Lon Morris College.

El interno de Gimnasia siempre recordará lo que pasó: “Fue una situación desconcertante. No se podía llegar al Aeropuerto, los subtes no dejaban llegar allí, por lo que me tomé un taxi y llegué, no sé cómo. Al acercarme a la oficina de la empresa de viajes me explicaron qué pasó, me dieron una pieza en un hotel y vales de comida. También aproveché para llamar a mi familia desde un teléfono público y ¡me cagaron a pedos! Eran como las cinco y media de la tarde y todos estaban enloquecidos. Ese fue mi primer día en Estados Unidos ja”. 

Compartir