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“Sorpresas te da la vida, la vida te da sorpresas”, dice la frase de la canción popular de Rubén Blades y sin duda que esto fue lo que le pasó a Diego Figueredo durante esta anómala temporada que lo encontró jugando en México, Córdoba, Formosa y finalizó en Río de Janeiro jugando para el Flamengo, ganando nada más y nada menos que la Basketball Champions League en Nicaragua.

Hoy, descansando en su Córdoba natal, Diego Figueredo habló con Básquet Plus y contó su experiencia corta y furtiva en el Mengao consiguiendo el título más importante de América.

- Después de haber pasado un par de días tras el título ¿Cómo asimilas lo de ser campeón de América, pudiste caer que fuiste parte de este logro tan importante?

- Sinceramente después de varios días y ya en Córdoba con mi familia me voy dando cuenta del logro que obtuvimos. Es el título más importante del continente. Flamengo estaba preparado para ir a pelear por ese título y ganarlo. La preparación del equipo viene desde antes de perder la final con Quimsa la edición pasada de la Champions. Me toco sumarme al final y me encontré con un equipo de tal mentalidad ganadora que me fue fácil entrar en sintonía. Solo había un objetivo, hacer tu tarea lo mejor posible para ayudar al equipo a ganar.

- Antes de ir dijiste que te había sorprendido el llamado. ¿Cuándo llegaste allá, te dijeron algo de porque se inclinaron por vos para la elección de reemplazar a un jugador de la importancia de Balbi?

-Llegar a Flamengo después de la mala experiencia en Argentina fue algo muy lindo. Un cambio brusco para cerrar la temporada.No sé si hubo recomendaciones o no de alguna parte para que me suma al equipo. Solo sé que desde el primer momento el equipo entero sabía que podía hacer y que no. Donde podía ayudar y donde me costaba más. Y eso es fundamental para estar tranquilo y poder hacer tu trabajo.

Realmente me sorprendió muchísimo la humildad que maneja todo Flamengo. Hay jugadores que jugar NBA , Mundiales , Olimpiadas, ganaron muchísimos títulos. Y nadie me hizo sentir menos por eso. Había un solo objetivo, ganar, y el equipo se ponía a disposición para eso.

- ¿Qué sentiste en eso primeros instantes como jugador de Flamengo?

- Cuando llegue al equipo me di cuenta muy rápido que Franco es irreemplazable y el equipo lo sabía. Pero todo lo que dude de mi en mi tiempo en argentina cambio al llegar el llamado de Flamengo. Ellos, por ser un club tan grande y por reforzar a su equipo en la competencia más importante, podrían haber ido a buscar a cualquier jugador y fueron por mí. Eso indica que mi camino viene siendo bueno. Que algo en mi ven, fuera de que no estaba pasando un buen momento.

- ¿Cómo tomaste el hecho de jugar un torneo mata-mata como dicen en Brasil, sin mañana ni tiempo para recuperarte si te levantaste con un mal y hay un mal juego?

- No me había tocado jugar un torneo así. Todo el tiempo y cada partido con mucha presión por ganar y seguir en competencia. Además, perder a tres jugadores para esta instancia creo que nos potenció y cada uno sintió la necesidad de aportar algo más con el fin de cumplir el objetivo de salir campeones. Teniendo la presión constante que si tenés un mal día quedas afuera.

- ¿Cómo fue jugar una final a estadio lleno, algo que tendría que ser normal, pero que en el último tiempo ya no?

- Jugar la final con el estadio lleno fue una locura. Después de más de un año de ver los estadios vacíos, fue re lindo ver gente nuevamente. No se juega una final de Champions todos los años y a cancha llena en estos tiempos, por lo que nervios lógicamente había.

El equipo comenzó un poco ansioso, fallando muchos tiros libres. Y sentimos que estábamos imprecisos. De a poco nos fuimos acomodando en el juego, incluso en el último cuarto cuando ellos pasaron al frente, el equipo no se desesperó y acertó en los momentos más calientes. Flamengo necesitaba una revancha por lo que vivieron a comienzo de temporada contra Quimsa y la obtuvo, saliendo campeón invicto del torneo.

- ¿Cómo sigue tu carrera, tenés ganas de quedarte en Brasil o emigrar a otro lado en el exterior también?

- Por ahora estoy con la cabeza en descansar, pero abierto a cualquier posibilidad. Tengo sueños y objetivos como todo deportista profesional. No me vuelvo loco ni obsesivo por llegar a algún lado. Me enfoco más en crecer, mejorar día a día y sacar de cada experiencia algo positivo que me ayude a ser mejor jugador y persona.

Creo qué siguiendo ese camino los sueños y objetivos se cumplen. Y si no se pueden cumplir sé que mi esfuerzo fue el máximo.