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Durante la temporada 2018/19, los Nuggets fueron un equipo joven y prometedor con muchísimo potencial. Sin presión, Denver se ubicó en el tercer lugar de la salvaje Conferencia Oeste, dejando muestras claras de que están a solo un paso de dar el salto definitivo.

Los Nuggets se enfrentaron a los Jazz en la primera ronda, y en su mayor parte, esta fue una serie igualada, como así también extremadamente infartante y aguerrida. Tuvo muchos partidos hasta el final, pero, con una ventaja dominante de 3-1 en la serie para Utah, se esperaba que la temporada de los Denver llegara rápido a su fin. Con la espalda contra la pared, los de Mike Malone, liderados por Jamal Murray, quien tuvo múltiples juegos de 50 puntos en la serie, superaron a los de Salt Lake City.

En la siguiente ronda, Denver estaba listo para enfrentar a los Clippers, quienes fueron considerados por muchos como los favoritos para salir campeones del Oeste y de la NBA. Después de cuatro partidos, los Nuggets se encontraron en el mismo lugar en el que estaban durante la serie anterior, abajo 1-3. Muchos fanáticos y críticos los descartaron debido a la habilidad de los dirigidos por Doc Rivers. Denver fue simplemente superado por la profundidad que tenía Los Ángeles.

Pero, guiados por el dúo de Nikola Jokic y Murray, los montañeses pudieron remontar dos déficits de 20 puntos y finalmente arrebatar la victoria en un fantástico séptimo juego. Esto culminó una serie histórica que finalmente robó a los fanáticos de la NBA, que esperaban una épica batalla por Los Ángeles.

La nafta se agotó en la siguiente instancia, cuando los Lakers los eliminaron 4-1 en una serie que los californianos dominaron de principio a fin a partir de su perfecta defensa. De esta seguro aprendieron y en la 2020/21 estarán listos para retomar las cosas en donde las dejaron.