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No es ninguna novedad que Dirk Nowitzki es sinónimo de Alemania en el baloncesto, es su máximo ícono a lo largo de su historia y el mejor jugador alemán de todos los tiempos. Haber sido campeón de la NBA con los Mavericks es solo un detalle más a su enorme carrera, puesto que su legado para su país va más allá del resultado y tiene que ver con el compromiso de haber querido estar siempre a disposición de una selección que no está ni cerca de ser potencia dentro del baloncesto europeo.

El MVP de Alemania. Hermoso homenaje para un Dirk Nowitzki con lágrimas en los ojos. pic.twitter.com/DL4BliL0zF

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Desde 1997 hasta el 20015, Dirk estuvo presente en muchos certámenes internacionales con su selección y casi toda su carrera la hizo siendo una gran figura de la NBA, probando año a año en EEUU su valía como jugador y siendo cada vez más un unicornio en ese universo de estrellas, donde poco podían entender a un jugador de su tamaño jugar tan bien de frente al aro y poseer un tiro de media distancia tan letal como un guardia especialista en lanzamiento.

Sus gestas con la selección alemana remite a dos medallas conseguidas en sus 18 años junto al elenco nacional y desde ya, mucho meritorios cuartos, quintos o sextos puestos. Siempre siendo el goleador como amo y figura de cada torneo en el que asistía y metiendo sus buenas sorpresas con triunfos resonantes.

Su arranque como miembro importante con la selección teutona fue en el Eurobasket del 1999, pero su primer golpe fuerte en el viejo continente fue dos años después en el Euro del 2001, donde cayó en semifinales ante Turquía y Dirk terminó como goleador del torneo con 28.7 puntos. Finalmente fue cuarto en ese torneo tras ceder ante España, pero era un anticipo a que Alemania tenía con que dar pelea en el baloncesto, toda una novedad.

Al año siguiente llegó el momento de la Copa del Mundo de Indianápolis y allí se tomó revancha de España, tras la derrota por el bronce europeo del año anterior, y sacó de conversación a uno de los candidatos al título. Alemania llegaba a las semifinales de un Mundial por primera vez y enfrente se vieron las caras contra Argentina y su Generación Dorada. La lucha fue titánica, con los alemanes estando muchas veces por delante en el marcador y obviamente con Nowitzki como jugador a detener y de hecho, en ese torneo, solamente Rubén Wolkowyski logró frenarlo y  los argentinos hcieron la diferencia con un gran cierre, ganando por 86-80, teniéndose que conformarse Dirk a ganar un dignísimo tercer puesto ante Nueva Zelanda de manera categórica por 117-94.

En el 2005 llegó la segunda gran alegría jugando para su país y en el Eurobasket disputado en Serbia y Montenegro, accedió a la final tras nuevamente dejar en el camino a España en semifinales con una canasta ganadora a falta de 3” para el cierre del juego. La alegría no pudo ser completa porque Grecia fue superior en la final y ganó con autoridad 78-62.

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A partir de allí fueron todas actuaciones donde Alemania le costó llegar a semifinales y su otro logro máximo fue la clasificación a Beijing 2008, un hecho que no ocurría para su nación desde 1992 en Barcelona. En un magnánimo partido ante Puerto Rico, Nowitzki metió 32 puntos para sellar el boleto y su país, entre muchos grandes atletas, lo honró con permitirle llevar la bandera en la ceremonia inaugural.

Una carrera enorme, para jugador de similar tamaño, que es ídolo en Estados Unidos y Alemania, su país, su nación, de la cual nunca se olvidó y un 1 de septiembre del 2022, grabaron a fuego la memoria del baloncesto alemán, retirando la número 14, la del ídolo de todos los tiempos, la de Dirk Nowitzki.

Homenaje a Dirk Nowitzki en la previa del Alemania vs Francia 🇩🇪🖤

Esta noche se retira su número 1⃣4⃣@Eurobasket | #Eurobasket pic.twitter.com/7fZFFb9cf9

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