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Muchos de los jugadores de la NBA que llegan y después no logran mantenerse en la élite comienzan a buscar nuevos horizontes, muchos en otras ligas jugando al básquet y aquellos que no tienen perseverancia dejan la actividad por otras cuestiones.

El caso de Caleb Swanigan es peculiar por el hecho de que de un año a otro subió 64 kilos, dejó la NBA pesando 118 en Portland y en una foto yendo a un juzgado para comparecer por el arresto del 23 de diciembre se vi al ex pivote en una fotografía con otra figura, bastante diferente a la de su etapa como jugador con 182 kilos.

Swanigan fue arrestado el pasado 23 de diciembre en su Indiana natal y fue condenado a 180 días de servicio comunitario por posesión de droga al declarase culpable de un delito menor en Estados Unidos. Los problemas de Caleb vienen con él desde muy pequeño, dado que su infancia no ha sido de las más comunes con pasos por cinco refugios diferentes entre Indiana y Utah y un padre adicto al crack y a la cocaína, nada bueno para la crianza de él y sus cuatro hermanos.

El ex Portland jugó 75 partidos en la NBA habiendo sido seleccionado por los Blazers en el puesto número 26 del draft del 2017, su último juego en la NBA fue el 11 de marzo del 2019 en Sacramento en el mítico Madison Square Garden ante los Knicks.