Informe

La amistad de dos genios: Oscar Schmidt y Diego Maradona

11:30 17/03/2024 | Coincidieron en Italia, en la época del brasileño en Caserta y Diego en el Nápoli. Ambos se admiraban mutuamente y Diego fue varias veces a verlo.

Oscar Schmidt y Maradona en una de las reuniones de Diego a la que asistió el brasileño

Pocos genios han vivido en la historia de la humanidad entre miles de millones de personas que han habitado la tierra. Y si bien algunos no consideran al deporte merecedor de esa categoría, los deportistas que han dejado huella son como los Mozart, los Miguel Ángel, los Da Vinci o cualquiera que se le ocurra que han quedado en la memoria colectiva por siempre. 

Por eso es tan especial cuando dos coinciden en tiempo y lugar. A fines de los años 80, Diego Maradona conmocionó Italia y Europa cuando, tras su paso frustrado por Barcelona, recayó en el humilde Nápoli del sur italiano. Allí estuvo entre 1984 y 1991, hasta que fue suspendido por doping positivo en marzo de ese último año. Muy cerca de Nápoles, a 40 kilómetros, se encuentra Caserta, donde en 1982 aterrizó el brasileño Oscar Schmidt, el anotador más feroz que haya conocido el básquet FIBA.

El diario Mundo Deportivo recordó hace un tiempo esa relación que se forjó entre ambas estrellas, en una época donde no era para nada común que un sudamericano fuera figura en el baloncesto europeo. Oscar era eso y más: un genio del básquet mundial. Como Diego, pero en el deporte de los cestos. Quizá esa lejanía con la patria, tan cara a Maradona, los unió en la particular zona sur de Italia, siempre relegada por los poderosos. 

"Diego era una persona tremenda de buena. No recuerdo ni una vez haber visto a Maradona negar un autógrafo o una foto a nadie. Muy buena persona, y yo tengo el orgullo de haber estado ahí con él", dijo Oscar en un documental de Movistar+ realizado en enero de este año. 

"Aparte de un amigo, soy un admirador suyo, porque creo que es el mejor jugador del mundo. Lo conozco como persona y estoy enamorado de su forma de ser, porque es sencillo y como me gusta que sea la gente", decía Diego en esos años a la TV italiana, en uno de los tantos partidos que fue a ver a Oscar, con el que coincidieron 6 años en la bota. Diego, como se sabe, cuando quería, amaba. No tenía medias tintas, y por eso más de una vez invitó al brasileño a festejos familiares y demás. 

En esos 6 años, Maradona ganó 5 títulos con el Napoli: 2 Scudettos, 1 Copa Italia, 1 Supercopa y la Copa UEFA, su mayor logro. Oscar no llegó a tanto en el Caserta, aunque se dio el gusto de ganar una Copa Italia y de anotar más de 9000 puntos, con un promedio de 32.2 por juego. Quizá su recuerdo más increíble fue aquella final por la Recopa de Europa, en 1989, contra el Real Madrid, en donde el equipo español se alzó con el título ganando 117-113. Ese día, Drazen Petrovic anotó 62 puntos para el Madrid y Oscar 44 para el Caserta. Pocos vieron algo igual nunca más. 

A los 66 años, en ese mismo documental, Oscar dijo que "un jugador cuando se retira muere por primera vez. Yo morí al dejar de jugar. Tuve un balón dentro en la cabeza, un tumor grande". Su esposa, increíble acompañante del exjugador en toda su vida, sintetizó quizá el amor de Oscar por el juego: "Siempre estuvo dispuesto a hacerse todas las operaciones que hicieran falta, pero un día me dijo `Si muero mañana, muero feliz, porque he podido hacer todo lo que he soñado`". Maradona falleció el 25 de noviembre del 2020 y, seguramente, también se fue sabedor de haber hecho todo lo soñado. Dos genios unidos por la pasión. 

 

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