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La NBA, la máxima liga de baloncesto del mundo, ha sido testigo del talento y la pasión de jugadores provenientes de todo el mundo. Entre ellos, Argentina ha dejado una marca indeleble en el mundo de los deportes, con varios basquetbolistas que han brillado en las canchas estadounidenses, generando un gran interés tanto en los aficionados como en los pronosticos nba, que son fundamentales para las apuestas deportivas.

#1 Rubén Wolkowyski & Pepe Sánchez

Rubén Wolkowyski hizo historia como el primer argentino en ser fichado por un equipo de la NBA: los Seattle SuperSonics en 2000. Aunque su paso por la liga fue breve, su contribución sentó un precedente importante para los jugadores argentinos que lo seguirían. Pepe Sánchez debutó el mismo día, pero un par de horas antes, por lo que quedó marcado para siempre como el primer argentino en jugar en la NBA en la historia. 

#2 Manu Ginóbili

Manu Ginóbili es, sin lugar a dudas, el jugador argentino más influyente en la historia de la NBA. Con una carrera legendaria en los San Antonio Spurs, el mismo se destacó por su habilidad para anotar, asistir y robar el balón. 

Su estilo de juego único y su ética de trabajo incansable lo convirtieron en un favorito de los aficionados y en una pieza clave en los múltiples campeonatos que ganó con los Spurs. Su legado trasciende las estadísticas, inspirando a una generación de jugadores argentinos y dejando una marca imborrable en la historia del baloncesto.

#3 Luis Scola

Luis Scola es otro nombre que resuena en la NBA cuando se habla de basquetbolistas argentinos destacados. Con una carrera que abarcó varios equipos, Scola se ganó el respeto de sus compañeros y rivales por su habilidad para dominar la pintura con movimientos fluidos y una gran habilidad para el rebote. 

Aunque nunca alcanzó el mismo nivel de reconocimiento que Ginóbili, este deportista dejó una marca duradera en la liga y continúa siendo una figura influyente en el baloncesto del país.

#4 Pablo Prigioni

Pablo Prigioni puede no haber tenido la misma notoriedad que Ginóbili o Scola, pero su impacto en la NBA no debe subestimarse. Como base, el mismo fue conocido por su visión de juego sobresaliente y su habilidad para controlar el ritmo del partido. 

A pesar de no ser un anotador prolífico, su capacidad para distribuir el balón y dirigir a su equipo en la cancha lo convirtió en un activo valioso para los equipos en los que jugó, incluyendo los New York Knicks y los Houston Rockets. Y, sobre todo, logró dejar un ejemplo de que se podía llegar a la NBA siendo mayor: debutó con los Knicks a los 35 años. Un fenómeno.