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Los argentinos que continúan con sus carreras fuera de Argentina tienen tareas destacados jornada a jornada. No solo son jugadores, sino que también hay entrenadores fuera de los límites argentinos los que tienen buenas labores. Algunas de las competencias domésticas en América entraron en etapa de definición con lo cual algunos argentinos van terminando sus participaciones y hacemos balances de sus pasos.

En la NBB de Brasil, Corinthians perdió en primera ronda de los playoffs de la NBB ante Paulistano por 2-0 y de esa manera, la temporada llegó a su conclusión para el Timao. El entrenador del equipo fue el argentino Silvio Santander. Dialogamos con el mellizo para conocer cómo fue su experiencia, el balance que hace de la temporada y mucho más.

-¿Qué balance haces de la temporada en Corinthians?
.Para mí fue una experiencia muy valiosa. Conocer otra estructura, un nuevo idioma, una forma de jugar que en algunas cosas es diferente a la nuestra. Llegar a un club inmenso, de un alcance a nivel internacional muy grande. Acá se juega el torneo Paulista que tiene el mismo nivel que la liga nacional de cualquier país y ahí perdimos la final por un punto. Después empieza la NBB y no nos fue bien. Tuvimos algunos inconvenientes como lesiones y no hemos tenido un gran rendimiento. Me llevo una experiencia valiosa del nivel del básquet brasilero, el nivel de los jugadores y los entrenadores y una experiencia de vida también buena.

-Recién comentabas que las expectativas antes de la NBB eran otras después del torneo paulista. ¿Tuviste la posibilidad de hablar con los dirigentes para saber qué balance hicieron ellos?
.Acá lo que sucedió es que cuando yo llegué el equipo ya estaba armado. A los pocos días la persona que me trae a mi se va a trabajar a la Confederación, eso fue en julio o agosto, y en noviembre hay elecciones y cambio de autoridades. Las autoridades nuevas tienen sus propias ideas, diferentes a las que estaban cuando yo llegué. Coincidimos que en la NBB podíamos estar mejor. Hemos tenido un solo extranjero cuando la competencia permite 4 y encima se lesionó, se rompió los cruzados, en el último partido de la temporada regular entonces no jugó los playoffs. El hecho de no tener el personal todo el tiempo fue una desventaja. Pero también hay que aceptar que los errores están y yo de mi parte siento que no ayudé todo lo que podía ayudar.

-¿Tenés sed de revancha para poder volver a dirigir en Brasil?
.Es una liga y es un país que me interesa mucho. No descarto volver. Acá la decisión siempre es entre dos y pienso que todavía es muy temprano para pensar cómo se continúa.

-Corinthians también lo que tiene es que es un club con mucho fútbol y muy importante. ¿Cómo lo fue la convivencia del día, con el apoyo al básquet y también comparando con lo que sucede acá con casos similares como Boca o San Lorenzo?
.Acá Corinthians es de alcance internacional como te decía. Tiene torcedores, como le llaman acá, en todo el país, un centro de entrenamiento para fútbol de nivel mundial y está claro que es como un equipo poderoso, conocido, tiene el foco puesto en que al fútbol le vaya bien porque además Brasil entró en una conexión interesante con el mercado árabe y hay futbolistas que se están yendo para allá, eso permite un ingreso económico que el básquet no lo puede dar. Las diferencias están y es lógico que sea así. Sin embargo apoyan al básquet, tienen sus hinchas, tiene su historia, acá pasó Oscar Schmidt como figura más importante y muchos otros jugadores con mucha historia. Están buscando si se pueden empezar a mezclar con los mejores. Lo que pasa es que la NBB tiene 12 o 14 equipos que están realmente muy bien y la posibilidad de jugar con 4 extranjeros nivela mucho la competencia.

-Con respecto a los extranjeros, hubo varios argentinos esta temporada y año a año el número va creciendo. ¿Cómo viste el desempeño de ellos?
.A los jugadores los vi bien a todos, en general. El jugador es muy aceptado porque tiene un conocimiento de juego que todavía sigue siendo de vanguardia en el continente. Todo jugador argentino que llega a Brasil, ayuda a su equipo a que jueguen mejor, les orden el talento atlético que tienen y conocen el rol en el cual tienen que trabajar entonces gustan mucho. Yo creo que cada vez van a venir más, principalmente armadores, las posiciones 1 y 1-2. Eso habla muy bien de los entrenadores de formación en Argentina, ya no es solo el talento de Nicolás Laprovíttola, en el pasado de Facundo Sucatzky o Juampi Figueroa. Hoy un argentino, cualquiera que podamos tomar que esté en nuestra competencia, viene acá y lo hace bien por el conocimiento de juego.

-Tenemos casos como Balbi que ganó todo, Franco Baralle que se fue campeón, Ramiro Santiago, que se fue a Brasil sin debutar en la Liga Nacional, y Diego Figueredo que se fueron a Brasil sin debutar en la Liga Nacional de Argentina.
.Exacto. Creo que acá el punto es que ellos se adaptan rápidamente a la necesidad del equipo y en un momento en el cual el básquet tiene muy presente el músculo y el atletisismo y correr y saltar, las pausas, el ocupar bien los espacios, las tomas de decisiones y todo, los argentinos están siempre muy bien. Siempre que me tocó enfrentarlos vi buenos trabajos del otro lado.

-¿Cómo los ven los brasileros? Porque los argentinos fueron los extranjeros que mayor cantidad hubo en la NBB, entiendo que el valor debe ser el mismo que en estadounidense que viene a jugar a Argentina, a Uruguay.
.Sí, por escándalo fueron mayoría. El tema económico no se cómo es en cada caso, sí puedo decirte que los argentinos tienen una ventaja en lo que es la burocracia para entrar al país, la visa y esas cosas es más compleja para los norteamericanos, en cambio para los sudamericanos es más sencillo. Pero por lo que veo, hablo y escucho con los entrenadores es que elogian la capacidad de los jugadores argentinos de adaptarse a esto de mejorar el juego colectivo, ya sea porque hay que anotar, hay que hacer jugar o hay que defender y tienen muy claro eso. Les gusta. Nos ven muy bien.

-Esto que comentas mucho con los entrenadores y que además estás ahí, ¿fue un cimbronazo grande que los argentinos les hayan ganado las finales de los torneos internacionales que jugaron?
.Ellos respetan mucho a los equipos argentinos. Saben que los mejores equipos argentinos están al mismo nivel de ellos. En el caso de Quimsa, cuando Flamengo se entera que tenía que ir a jugar a Argentina, ya se hablaba que iba a ser muy difícil. Después Quimsa no solo sacó partido de jugar en su casa sino que lo hizo de forma maravillosa y lo dominó, pero sabían que era una situación muy difícil. En el caso de Caxias que tuvieron que ir a jugar con Olímpico, lo mismo. Sabían que Olímpico se había armado para pelear en la parte alta en Argentina y Caxias terminó no entrando en el playoffs acá. Hay un respeto al básquet argentino. Creo que nunca ellos han minimizado al básquet argentino. Argentina le ganó en el Panamericano, en la Americup, en las categorías menores tiene que jugar bien y superarse para poder ganarle a Argentina entonces continuamente aparece ese respeto.

-¿Qué te depara el futuro?
.En estos momentos, en mi cabeza está la necesidad de volver a estar un poco con mi gente porque llevo tres años afuera y la verdad que no la he pasado bien. Creo que los entrenadores también tenemos etapas y yo ya estoy en una etapa que no me gusta perderme cosas que me estoy perdiendo de mis hijos, necesito bajar un cambio y tomar un poco de distancia del básquet y evaluar qué voy a seguir haciendo. Es lo que amo, es lo que voy a hacer pero no descarto nada. En lo inmediato es descansar y estar con mi gente.

Federico Radulovich / [email protected]
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