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Argentina comenzó un nuevo proceso con triunfo por 90-78 frente a Chile en un juego que dejó buenas sensaciones buenas en el primer juego de un plantel con buena renovación. Y también hubo otros puntos a trabajar.

La efectividad de tres puntos fue un punto bueno, con un 37% sobre 30 tiros, sumado esto a 24 asistencias para 37 conversiones de campo. En este sentido hay que destacar un Nico Brussino como arma letal en la ofensiva, con 19 puntos en 16 tiros de campo, el que más tiró junto a Gabriel Deck.

A su vez, cuidó mucho el balón con solo 7 pérdidas. Y en esto es importante aclarar que hasta en los momentos más flojos, donde la ofensiva estaba trabada, Argentina buscó siempre pasarse el balón con seguridad.

El ingreso de Juani Marcos, en su debut, fue importante, dando interesantes 15 minutos en cancha y yendo de menor a mayor en su aporte e incidencia en el juego. A su vez, Lea Bolmaro fue utilizado en algunos pasajes como portador de balón y respondió con buenos minutos.

Entre los puntos a mejorar sin dudas fue el bache defensivo en el segundo cuarto. 28 puntos recibidos fueron demasiado, aunque hay que reconocer que Argentina, a diferencia de varios pasajes del 2022 y 2023, no perdió la calma y no se fue de partido. A su vez, la pintura fue donde los trasandinos lastimaron, con un Manny Suárez clave, con 25 puntos, pero también en los rebotes, donde los de Manuel Córdoba ganaron por 39 a 37 y anotaron 19 puntos de segunda oportunidad.

A su vez, sacando al quinteto inicial, solo Lucio Redivo y Juani Marcos tiraron 5 o más tiros de campo. Argentina necesitará el aporte de los jóvenes, con Juan Fernández sobre todo, para no depender en demasía de sus figuras en la anotación.

Alejandro Malky / [email protected]
Enviado especial a Mar del Plata
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