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Se esta preparando un posible cambio histórico, ya que Lindsey Harding, la entrenadora de los Stockton Kings en la G League, podría convertirse en la primera mujer en ocupar el puesto de entrenador en jefe en la NBA. Su ascenso meteórico en el mundo del coaching no pasó inadvertido, y su nominación para el puesto principal de Charlotte Hornets podría marcar un hito en la liga.

Harding, de 39 años, fue una destacada jugadora de baloncesto, seleccionada como la número uno del Draft de la WNBA en 2007. Durante su carrera de nueve temporadas en la WNBA, jugó en equipos como Los Angeles Sparks y demostró su habilidad en la cancha como base. Después de retirarse como jugadora, Harding se embarcó en una nueva carrera como entrenadora, trabajando como asistente para los Philadelphia 76ers y los Sacramento Kings antes de convertirse en la entrenadora en jefe de los Stockton Kings en la G League.

Su éxito como entrenadora no pasó desapercibido, ya que recientemente fue nombrada Entrenadora del Año de la G League después de liderar a los Stockton Kings a tener el mejor récord de la liga. Ahora, con la oportunidad de entrevistarse para el puesto de entrenador en jefe de los Charlotte Hornets, Harding podría abrir una nueva puerta para las mujeres en el mundo del baloncesto profesional.

Si Harding logra asegurar el puesto en los Hornets, se unirá a Becky Hammon como una de las pocas mujeres en ocupar roles de entrenadoras en la NBA. Hammon, quien trabajó como asistente de los San Antonio Spurs durante varios años, ha allanado el camino para las mujeres en la liga y ha demostrado que el género no debería ser una barrera para el éxito en el baloncesto profesional.