Se nos fue Sebi Raffaelli, el pibe que era todo corazón
17:19 08/07/2021 | El Covid volvió a tomarse la vida de un joven con todo el futuro por delante. Divertido, querible, simple. Inaceptable.
Esta vez el tono de este texto será distinto. Y es que Sebi Raffaelli era un amigo. Un pibe de 43 años recién cumplidos, el lunes, que jamás estaba de mal humor, que le gustaba vivir bien, comer bien, jugar al básquet y disfrutar de su familia y amigos. EL Covid se lo llevó hoy, después de pelearle mucho durante más de una semana. 43 años. Todo por delante. Inaceptable.
Sebi era hijo de la leyenda, de Chocolate, y hermano mellizo de Luqui, y todos, absolutamente todos, le tenían afecto. Y es que era un pibe querible, que siempre trataba de pasarla bien, porque en definitiva de eso se trata esta vida que tenemos.
Como últimamente le dolían mucho las rodillas cuando iba jugar al básquet con el grupo de amigos que todos los jueves se junta en Náutico Buchardo, prefería dedicarle mucho tiempo a su otra gran pasión: el ciclismo. Y le metía decenas y decenas de kilómetros con la bici. Después, claro, semejante esfuerzo se compensaba con una buena comida. Vivía la vida.
En su juventud intentó ser jugador de básquet profesional, como papá, pero quizá el peso del apellido fue muy grande, o las eternas comparaciones, por lo que le encontró la vuelta y pudo congeniar esa primera gran pasión con el trabajo, convirtiéndose en agente de jugadores, como Chocolate. Una excelente manera de combinar lo que le gustaba con su día a día laboral.
Sebastián tenía un don, que era caerle bien a todos. Nadie, en un ambiente como el de los agentes, competitivo y a veces narcisista, hablaba mal de él. Amigo de sus amigos, familiero, buena gente. Qué bronca e impotencia da que con tanto hijo de puta suelto, este pibe no esté más con nosotros. No lo podemos creer. Ni entender. Ni aceptar. No tenés una idea de lo que te vamos a extrañar Sebi.