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Los Nuggets fueron paseados por los Timberwolves. Una caída por 106-80 que pone la serie 2-0. Aún hay margen para los campeones, pero no todos se bancan una derrota así. Durante la primera mitad del encuentro, Murray, quien tuvo una actuación complicada en el partido (8 puntos con 3/18 tiros de campo y 4 pérdidas), arrojó una bolsa térmica a la cancha en un intento de impedir una canasta de Karl-Anthony Towns, jugador de los Wolves. Afortunadamente, Towns logró esquivar la bolsa y anotar la bandeja.

El entrenador de los Wolves, Chris Finch, calificó la acción de Murray e intentó advertir a los árbitros del hecho: "Intentamos convencer a los árbitros de que probablemente no hay muchos fans en las gradas que tengan una bolsa térmica. Tuvo que venir desde el banquillo, lo cual les pareció lógico. Pero sí, es imperdonable y peligroso".

Por parte del árbitro Marc Davis dijo: "No sabíamos que venía desde el banquillo. Si hubiéramos sabido que procedía de ahí, podríamos haberlo revisado bajo el desencadenante del acto hostil. La penalización habría sido una falta técnica

Por su parte, Mike Malone, entrenador de los Nuggets, declaró desentendiendose del tema, "No estaba al tanto de que Murray fuera el responsable del lanzamiento". El propio Nikola Jokic criticó la acción de Murray, afirmando que "Yo nunca pierdo mis emociones y Jamal no debería hacerlo nunca más".

A pesar de la frustración y la polémica generada por este incidente, no se espera que Murray sea suspendido para el próximo partido, ya que los árbitros no consideraron su acción como un acto hostil. Sin embargo, este episodio deja expuesto a Murray y a los Nuggets, mostrando la presión y la frustración que están experimentando en esta serie ante unos Timberwolves que han demostrado ser un rival duro de roer.