Si hay un juego bisagra en estas Finales entre Golden State y Cleveland, sin dudas que será el de esta noche. Claro, hasta acá hubo paridad y para llegar a este 2-2 hubo que pasar desde el dominio de los Cavs hasta la recuperación de los Warriors encontrando su estilo gracias a un cambio táctico. El juego 5 de hoy será determinante, y la historia dice mucho en relación al que termine ganador.
Los antecedentes marcan que esta será la 29ª ocasión en la historia de las Finales que la serie llega igualada 2-2 al juego 5. ¿Cuán importante es ganarlo? 20 de los 28 que lo hicieron terminaron siendo campeones, el 71.4%.
Ahora bien, la última vez que se dio esta situación no favoreció al ganador. Y es un recuerdo bastante doloroso para Manu Ginóbili y los Spurs. Se dio en la definición del 2013, cuando San Antonio le ganó 114-104 a Miami para ponerse 3-2. El Heat, justamente con LeBron James, ganaría el sexto de manera increíble (el recordado triple de Ray Allen para mandarlo a suplementario) y luego el séptimo para ser campeón.
Antes de ese antecedente también hay otro con LeBron James. En 2011, en su primera final con Miami, perdió el 5º en Dallas y luego caería nuevamente en el sexto, quedando el título para Dirk Nowitzki y sus Mavericks.
Sí, el Rey vivió esta situación en dos ocasiones y su equipo siempre cayó en el juego 5, aunque una de ellas igualmente terminó en título. Los otros dos juegos 5 en Finales que jugó LeBron tuvieron resultado dispar: en 2012, ante Oklahoma City, ganó y fue campeón. En 2014, ante San Antonio, perdió y se quedó sin corona. Del lado de los Warriors, es sabido, ninguno tuvo experiencia previa en definiciones. ¿Para qué lado caerá esta noche?