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La derrota duele, la eliminación también. Y a pesar de que la eliminación no es solo por este juego ante Dominicana, bien vale analizar lo sucedido en esos últimos minutos. Luego de sacar una máxima de 17 puntos, el juego que parecía que quedaría para los de Pablo Prigioni, se trasladó a la confianza de los del Che García, que no desaprovecharon la chance y festejaron.

El 61-44 a falta de 2.25 el tercer cuarto se había dado a partir del ADN del equipo argentino, defendiendo fuerte y corriendo con un Gabriel Deck que hasta ese momento llevaba 25 puntos. Sin embargo, en el cinco contra cinco le había costado y prueba de ello fue el total de 5/25 final de tres puntos.

De ahí en más, Argentina fue un concierto de errores. Poco a poco se enmarañó la ofensiva local y en los últimos instantes de ese tercer capítulo perdieron tres pelotas entre Facu Campazzo y Nico Laprovittola, que fueron aprovechadas por el rival, que se creció, sobre todo a través de Jean Montero.

Además, cuando Deck comenzó a postearse e intentar sacar ventaja en la pintura, la defensa lo cerró e incomodó al punto de casi no encontrar siquiera opciones de pases. Así, la movilidad de los de Prigioni se redujo y no encontraron, o no tuvieron la posibilidad de variantes para romper esa defensa zonal que ya había sido compleja ante Canadá y que contra un Dominicana superior se notó.

Eso poco a poco hizo crecer a un equipo de Néstor García que se caracteriza por no rendirse nunca. Poco a poco se metieron en juego y llegaron a los últimos minutos como ellos pretendían, en partido y a pocos puntos. Tal fue el buen trabajo, que dejaron a Argentina en 69 puntos por cuatro minutos, donde ni siquiera pudieron anotar desde la línea del ibres.

Así, con el rival golpeado y al borde del knock out, los caribeños no tuvieron dudas y terminaron de hacer su trabajo incomodando a los tiradores y no permitiendo que Laprovittola, Nico Brussino o Facu Campazzo tuvieran posibilidad de crearse sus tiros cómodos.

Esto fue poco a poco lo que pasó desde la defensa, mientras que en ataque tuvieron la presencia inestimable del joven de 19 años Jean Montero, quien se puso al equipo al hombro, mostró todo su talento y guió a los suyos a la clasificación.