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Las bodas de los deportistas de elite suelen ser pomposas, con mucha bebida, música, buena comida y todo lo que un invitado espera tener para pasar unas horas a puro jolgorio, sin importar mucho el qué dirán. Pero detrás de esas fiestas, en muchos casos, hay arreglos previos como los famosos contratos prenupciales, donde los afamados deportistas buscan imponer una reglamentación de lo que el propio jugador logró con su carrera antes de casarse o mismo antes de ponerse de novio, es de su exclusiva propiedad y no se dividirá en caso de ruptura matrimonial.

Stephen Jackson fue por esa modalidad, diagramó un contrato prenupcial antes de la boda con su prometida, poniéndose de acuerdo en distintas cuestiones. “Cuido a mucha gente. Nunca dejaré que una mujer controle todo el trabajo duro que he hecho en mi vida. Ninguno de estos cabrones estaba en el gimnasio conmigo. Así que me dije a mí mismo con quien sea que esté casado, firmará un acuerdo prenupcial. Ni siquiera es una segunda opción”, aclaró Jackson en CultureTV.

“Ella y yo nos sentamos y acordamos el acuerdo prenupcial, ¡lo acordamos!”, enfatizó mientras relataba su historia. Con este punto aclarado, Stephen continúo con el armado de la fiesta en la cual gastaron 400 mil dólares, viniendo todo de manera perfecta hasta el gran día.

Todo estaba dado para sellar un vínculo de amor de manera oficial, pero las noticias de que no había firmado el contrato llegaron a oídos de Jackson, quien sin importarle los protocolos ante los invitados dijo: “No me caso, si no firmó el acuerdo prenupcial ¿Para qué estamos aquí?”.

Mike Bibby y Stephon Marbury eran dos invitados célebres de la boda que estuvieron en todo momento con Jackson para tenderle una mano, en esa situación tan rara como triste. “Aquí es cuando ella mostró sus intenciones. Así que boda fuera, la boda está cancelada. No lo hacemos. Seré honesto, rompí a llorar tras la cancelación, estaba herido. Quería casarme con ella, hermano. Rompo en llanto unos veinte minutos, nunca pensé que una mujer me llevaría a este punto por un pedazo de papel y tuvimos un hijo juntos. Honestamente me dolió. Estaba allí llorando mucho”, agregó.

La situación se desbordó, se fue de control, los novios llorando cada uno por su lado y al parecer su prometida tuvo intenciones de firmar ese papel: “Todos en el lugar estaban como sin entender que pasaba. Trato de recomponerme e ir a hablar con ella. Entro en la habitación, ella todavía con su vestido de novia y tan pronto como me ve, llora con fuerza y me dice ‘lo firmaré, lo firmaré’”.

Pero según Jackson esa decisión de firmar en el lugar fue demasiado tarde y expresó: “Nací de noche, no anoche. Cada vez que alguien firma algo llorando o bajo cualquier tipo de stress, eso firmado puede ser desechado. Mis padres ya me dijeron eso, así que ya estaba en el juego y no iba  a entrar, no cariño. Tu elegiste, tu decisión. Reclamar en apuros, así se llama. Tan pronto como llegamos abajo, Stephon Marbury estaba en la cabina del DJ y adivinen cual fue la canción que sonó”.

Stephon Marbury hizo poner el tema de Kanye West, Gold Digger, la cual comienza con “She take my Money...”. “Ese movimiento de Stephon fue clásico para mí”, concluyó Jackson sobre su fallida boda.