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26 de octubre de 1921. En Birminghan, Kentucky, nace el hombre que liderará al primer equipo campeón en la historia de la NBA. Por ese entonces, la liga ni siquiera se llamaba de esa manera: era la BAA, que cuatro años más tarde cambió su denominación al unirse con la NBL. ¿Quién era ese hombre? Joe Fulks, una leyenda que muchas veces es olvidada por el paso del tiempo.

El ala pivote de 1,98 metros de altura que falleció en marzo de 1976 pasó toda su carrera profesional en los Philadelphia Warriors. Fue una trayectoria que se extendió de 1946 hasta 1954, cuando la competencia ya era conocida como la NBA y reinaban los Minneapolis Lakers. En su primera temporada tuvo la oportunidad de conseguir lo que todos anhelaban: ser el líder del conjunto que ganó el trofeo inicial del torneo. Lo consiguieron en la serie definitoria ante Chicago Stags, una institución que luego desapareció.

La serie terminó con un récord de 4-1 y consolidó lo hecho en los playoffs, en donde Fulks emergió como el máximo anotador: promedió 22,2 puntos y fue uno de los factores decisivos para que ese equipo, al que actualmente conocemos como los Golden State Warriors, sumara su primera estrella en el debut. En los siguientes años no pudieron repetir lo logrado: perdieron las Finales ante Baltimore Bullets en 1948 y jamás volvieron a llegar a esa eliminatoria con el interno como comandante.

Dotado de un nivel ofensivo superior a la media en su época, el de los Warriors fue el primer líder de anotación en la historia y estableció el récord de puntos encestados en un partido hasta que Elgin Baylor se lo arrebató en 1959: había marcado 63 en febrero de 1949 ante Indianápolis Jets. Fue inducido al Hall of Fame en 1978, siete años después de su muerte. En una era en la que todo es instantáneo y se suele quitar la vista incluso del pasado más reciente, es bueno recordar que antes de Steph Curry, Klay Thompson, Chris Mullin o incluso Rick Barry estuvo Joe Fulks.