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Luis Scola ha sido protagonista de muchos de los momentos más gloriosos en la historia del básquet argentino. Consagrado como el capitán y el emblema del seleccionado nacional, el interno ha marcado un antes y un después en la línea temporal del deporte de este país con su trabajo, su dedicación y su presencia. Uno de esos hitos ocurrió hace exactamente diez años, cuando fue la gran figura de la victoria de Argentina ante Brasil en los octavos de final del Mundial de Turquía.

El actual jugador del Varese de Italia, que por ese entonces vestía la camiseta de los Houston Rockets de la NBA, se desapchó con nada más y nada menos que 37 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias y 2 recuperaciones para ser la pieza fundamental del triunfo por 93-89 ante los dirigidos por Rubén Magnano, que en ese momento oficiaba como entrenador del combinado rival.

Scola no sólo estableció registros impactantes y emergió como el máximo anotador del encuentro, sino que también fue decisivo en el último cuarto y se puso el equipo al hombro cuando este más lo necesitaba. Eventualmente, los de Sergio Hernández quedaron eliminados en los cuartos de final ante Lituania. Sin embargo, nada borra la que fue otra de las jornadas que convierten al ala pivote en uno de los máximos referentes de esos colores.

Volvemos 10 años atrás, a esos últimos tres minutos calientes del duelo de octavos ante Brasil. Al recital de Scola. Cuatro anotaciones, de frente de espaldas al aro, ante Varejao. El delirio argentino y la desesperación brasileña reflejan lo que significó aquella actuación... pic.twitter.com/z7NsvH29XD

— CABB (@cabboficial) September 7, 2020