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Durante el lockout de la NBA de 2011, varios jugadores de la liga tomaron decisiones a corto plazo para continuar en actividad durante ese parate. Algunos se fueron a jugar a China. Otros, en cambio, optaron por mudarse a Europa. Sin embargo, LeBron James recibió una oferta bastante peculiar y diferente al resto: al alero le ofrecieron un contrato en los Dallas Cowboys de la NFL.

La historia surgió luego de que Maverick Carter, mano derecha y socio comercial del jugador, la contara este lunes durante una transmisión en vivo de Uninterrumpted, la productora audiovisual que comparten. Fue Jerry Jones, propietario de la franquicia, quien intentó tentar al por ese entonces miembro del Miami Heat para que se cambiara de deporte: "No tenía idea de cuánto tiempo iba a durar el cierre patronal. Mi entrenador Mike Mancias y yo realmente comenzamos a entrenar para ser un jugador de fútbol americano en los meses de octubre y noviembre", confesó James. Finalmente, no aceptó. Y, en la acortada campaña de 2011/12, ganó su primer título.

Su relación con el deporte de la pelota ovalada no nació en aquel año: LeBron fue durante toda su adolescencia un excelente receptor, al punto de tener que decidir en el último año de secundaria cuál era el deporte que iba a practicar a tiempo completo. El joven que vestía la camiseta del instituto Saint Vincent-Saint Mary se decantó por el básquet y aún transita una carrera que lo ubica entre los más grandes de todos los tiempos. No obstante, el amor por el fútbol americano sigue ahí: "Tengo sueños sobre jugarlo todo el tiempo."