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Desde el inicio de su carrera, Andrés Nocioni fue reconocido por dos atributos en cantidades iguales: su talento y su tenacidad. Muchas veces, esa fiereza con la que enfrentaba cada partido se volvía prácticamente insoportable para sus rivales, quienes alegaban que el santafesino estaba al borde de jugar fuera de las reglas. Eso fue exactamente lo que sucedió en 2007 cuando, durante un partido entre Chicago Bulls y Los Ángeles Clippers, varios jugadores se cruzaron con el alero.

Todo comenzó en el segundo cuarto . Nocioni y Ruben Patterson peleaban una posición y fue el estadounidense quien le propinó dos codazos consecutivos al argentino. Luego, este lo bajó con una dura falta cuando se encaminaba hacia el aro. Ante esto, Patterson lo encaró directamente y tuvieron que separarlos. A partir de ese momento, casi todo el equipo rival lo puso como objetivo.

En la siguiente posesión, Tim Thomas empujó al Chapu luego de frenar su marcha hacia el canasto. Lo hizo bruscamente y también fue penalizado con una flagrante, pero no hubo respuesta por parte del jugador de los Bulls. Cada entrada a la pintura de Nocioni significaba un golpe, un choque o un empujón. También fue enviado al suelo por Chris Kaman, a quien el árbitro le marcó otra flagrante.

Al finalizar el encuentro, que se cerró con una victoria de Chicago por 92-73, Patterson se sacó la bronca ante los micrófonos: "Lo conocen por jugadas sucias como estas. Tengo una marca en la cara. No deberían permitirse este tipo de tonterías. Es un jugador sucio", soltó el perimetral. No obstante, aunque tuvo su derecho a réplica en la rueda de prensa posterior, Nocioni aclaró que todo quedaba dentro de la cancha: "Cometí una falta dura porque él me dio dos codazos. No tengo bronca con él. Fue sólo una situación del partido."  El miembro de la Generación Dorada terminó con 21 puntos y, tanto por las peleas como por su impacto en desarrollo del juego, emergió como una de las figuras de la noche.