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Argentina dio el campanazo del Mundial y eliminó a Serbia, uno de los principales candidatos, en los cuartos de final. Los dirigidos por Sergio Hernández fueron superiores de principio y fin: siempre impusieron su ritmo en el juego y con la defensa lograron incomodar a las principales figuras del rival. El marcador 97-87 generó una enorme frustración en el equipo balcánico y, por el contrario, le dio aún más ilusión a un equipo argentino que no tiene techo.

Luego del partido, el entrenador Sasha Djordjevic, analizó la derrota y la eliminación serbia: "Ellos tuvieron siempre el control y nosotros cometimos varias pérdidas en el primer cuarto: quizá no estábamos preparados mentalmente, pero la defensa de Argentina también ha contribuido. No me gustaron muchos cobros especialmente en la primera mitad y a Boban Marjanovic. No me gustó nuestra reacción después de eso. Ellos son los que tienen el mejor promedio de robos en el torneo y sus manos fueron muy rápidas. Hubo muchas faltas que no se pitaron y Argentina se ajustó a ese criterio. Nosotros no lo hicimos. En un buen momento en el tercer cuarto, volvimos. Tomamos la delantera. Si ese momento hubiese durado un poco más, creo que habríamos tomado la delantera que necesitábamos tanto. Cometimos algunas pérdidas de balón que no  se pueden hacer en este juego: puse mi objetivo de tener menos de 10, pero llegamos a esa cantidad en la primera mitad en este juego".

También le dedicó un párrafo especial al trabajo de Facundo Campazzo y de Luis Scola, dos de los principales referentes de la Argentina: "Campazzo nos dominó, esta es su victoria. Scola es un líder, quizás una de las mayores leyendas del baloncesto. Felicitaciones tanto al entrenador como a todo el equipo de Argentina, merecieron esta victoria. Necesitamos analizar esto y ver cómo avanzamos. Estoy orgulloso de estos muchachos y de cómo jugaron. Este es un gran grupo de jugadores, tengo la suerte de ser su entrenador. Siempre damos el cien por ciento de nosotros mismos".

Para Djordjevic, el aspecto mental les jugó en contra: "Estamos decepcionados, es una gran derrota. Estábamos bajo mucha presión y eso no era bueno. Nuestro país estaba eufórico, eramos favoritos, todos escribieron sobre nosotros. Dijeron que ganaríamos y que eramos los elegidos, eso no ayudó".