En un final peleadísimo, Atenas derrotó 75-72 a Regatas
22:58 04/01/2015 | Al Griego se le complicó en el final pero igual logró un triunfazo de local ante Regatas. Lábaque fue clave en el momento decisivo del partido.
Atenas se quedó con un gran triunfo de local y le dio un nuevo golpe a Regatas. El Griego derrotó al último subcampeón de la Liga con un apretado 75-72, trabajado y con un final que podía haberse decantado hacia cualquier bando, pero donde los dirigidos por Gustavo Miravet pudieron terminar sonriendo para escalar posiciones y salir del último puesto de la tabla de la Conferencia Norte.
Los cordobeses contaron con una muy buena participación de Juan Manuel Torres, clave en el juego interno y con 21 puntos, pero sobre todo con un Bruno Lábaque totalmente decisivo. El base fue de lo mejor que tuvo el dueño de casa, terminó con 22 unidades y fue fundamental en la reacción que mostró el equipo durante el cierre del tercer cuarto y el inicio del último periodo, momento en el cual pudo pasar al frente del marcador.
Aunque no tuvo mucha claridad a la hora de resolver y recién empezaba a entrar en juego, Atenas arrancó el partido con intensidad, buscando explotar mucho la zona interior y tratando de depositar siempre la bola a la posición de Torres y Mikulas. La potencia de Elsener también fue importante, y con un triple de Lábaque el equipo local se posicionó 5-0 en el inicio del pleito.
La paridad no tardó en hacerse presente, aunque a Regatas le costó encontrar gol. Con Rollins como pieza fundamental bajo el poste, luchando y creando muchas oportunidades de espaldas, el equipo huésped se fue arrimando con varias incursiones suyas y empezó a defender mucho más duro. Atenas marró una seguidilla de situaciones ofensivas y los correntinos se pusieron a tiro: 9-9 en un abrir y cerrar de ojos.
La intención del Griego fue clara desde el comienzo, buscando un juego muy vertical que naciera de las manos de Lábaque y apoyado en la potencia de Torres bajo la pintura, además de sumarle la velocidad de resolución y sorpresa de Elsener. No obstante, a pesar de controlar el rebote ofensivo, le costó resolver y Regatas dio vuelta el juego a través de los triples: dos al hilo, con Brussino terminando de dar vuelta el score y situando a la visita arriba por 17-15. Sobre el cierre, un doble de Bortolín igualó los tantos en 17 y con ese resultado concluyó el primer parcial.
En el arranque del segundo periodo se lo notó más enfocado a Regatas. Con Atenas cometiendo errores de pérdidas y sin poder capitalizar las opciones de cara al aro, los correntinos se apoyaron en Brussino, Espinoza y Landoni para darle un buen sprint a la visita y pasar al frente por 23-19. Tras ello, Atenas metió presión pero de todas formas siguió sin poder ordenarse en ataque, Regatas siguió al frente durante varias posesiones pero restando 5m40s para el entretiempo Salles sufrió una lesión en su rodilla izquierda al pelear una pelota dividida con Lábaque y debió salir del campo con signos de mucho dolor.
El liderazgo del marcador no alternó tanto liderazgos pero Atenas nunca dejó que Regatas se escape fuertemente. Los cordobeses se apoyaron en la potencia de Torres dentro de la pintura y sin dudas esa era su arma favorita para atacar el aro rival, aunque Regatas tuvo ráfagas positivas de ataque, sobre todo con los triples de Arengo (por duplicado) y Brussino. Regatas llegó a irse a cuatro puntos de diferencia a pocos segundos del descanso, pero un doble agónico de Lábaque recortó distancias y envió el partido al entretiempo con el score en 34-32 a favor de la visita.
El tercer parcial entró en un constante ida y vuelta, manteniendo la misma intensidad que en el cuarto antecesor y con cosas muy puntuales para destacar en ambos equipos: en Atenas siguió predominando el ataque rápido y la premisa de depositar la bola en las manos de Torres, mientras que en Regatas también apareció la verticalidad pero con un juego más abocado al perímetro y a los triples de Brussino, Hopson y hasta Sommerville.
Regatas empezó a sacar diferencias en el ataque rápido, aprovechado en la falta de claridad ofensiva de Atenas y en la fragilidad defensiva que mostró durante gran parte del tercer periodo. El síntoma fue muy claro y el equipo de Nicolás Casalánguida lo hizo notar con 21 puntos en seis minutos y diferencia de ocho unidades, una medida que dañó demasiado a los cordobeses y que hizo que Atenas deba pedir un tiempo muerto para organizar sobre todo su defensa.
Aún así, cada vez que Atenas intentó ponerse en partido el equipo vaya chocando contra un objetivo muy complicado de surtir. Regatas tuvo un vital aporte de Brussino en dicho parcial y de su mano Regatas consiguió puntos clave para manterse a flote ante la embestida desordenada de los cordobeses. Las pérdidas se convirtieron en un factor clave, así como la pobre efectividad desde los libres, pero los de Casalánguida pudieron aguantar y cerraron 59-57 arriba el penúltimo segmento. El anfitrión había terminado mejor el parcial pero todavía no le alcanzaba para darlo vuelta.
Sin embargo, la constante arremetida de Atenas terminó surtiendo efecto. A poco de iniciarse el capítulo final, Torres regresó al parquet de juego y fue importante para que el Griego vuelva a tener un eje faro claro y muy identificado dentro del campo. No obstante, lo más importante en el equipo de Gustavo Miravet fue la presencia de Lábaque, que clavó un triple y un doble clave para finalmente quebrar la resistencia correntina y poner el partido en 62-60 a menos de ocho minutos para el cierre.
Obviamente que Regatas no bajó los brazos y buscó regresar a su juego, tratando de tener la cabeza fría para no dejarse llevar puesto por el momento de Atenas. De todas formas, Atenas estuvo más incisivo en defensa, presionando el robo de balón y empujado por ese estado anímico de saber que estaba en un gran momento. Elsener y Torres volvieron a ser focos muy productivos, Regatas quiso retornar a su buena vía de los triples (bomba de Hopson) pero una respuesta por la misma vía por parte de Filloy le dio más oxígeno a los de Miravet: 71-65.
Atenas supo aguantar a pesar de marrar una seguidilla importante de situaciones para convertir. Y todo ello se produjo gracias a que Regatas se aceleró y tampoco capitalizó de gran forma las ofensivas que le quedaron en sus manos. Entre la defensa del Griego y los desaciertos de Regatas, el tiempo se fue agotando y el local empezó a estirar números desde la línea de libres.
A pesar de ello, cuando el partido parecía decantarse a favor del dueño de casa, tres errores tremendos de Atenas le dieron vida a Regatas: un triple de Sommerville, una pérdida por cinco segundos y un doble de Rollins dejaron el tanteador 73-72 a favor del Griego. Las fallas sembraron un clima de incertidumbre, pero Lábaque desde la línea de libres terminó por sentenciar el partido: 75-72 a favor de Atenas, en un final tremendo, con errores, aciertos y un cierre complicado para ambos conjuntos.
Lucas Leiva / [email protected]
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