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El Real Madrid cumplió con los pronósticos y sumó, en un partido sin sobresaltos que dominó con autoridad, el primer triunfo de la serie de cuartos de final ante un BAXI Manresa que volvía al Playoff 21 años después con la vitola de equipo revelación pero se mostró muy inferior al vigente campeón (98-75).

El primer equipo recién ascendido que se mete en la pelea por el título en los últimos 16 años llegaba al Wizink Center en precario, sin los lesionados Fisher, Toolson y Murphy, lo que le impidió sorprender a un oponente que ya tiene a tiro las semifinales y al que solo hizo daño un acertado Cady Lalanne (26 puntos).

El equipo catalán empezó más entonado, lo que le mantuvo por delante durante unos cuatro primeros minutos en los que se vieron más imprecisiones que aciertos en ambos bandos. Un primer tirón blanco, capitaneado por Facundo Campazzo, dio pronto la vuelta al marcador y obligó a Joan Peñarroya a pedir un tiempo muerto para evitar males mayores tras encadenar un parcial en contra de 9-0.

El despegue madridista no se frenó ahí y coincidió con el apagón ofensivo de un rival que tenía a Tomislav Zubic como hombre más entonado, pero que sufría la conexión entre Campazzo y Eddy Tavares y el acierto de Anthony Randolph, máximo anotador del primer acto con once puntos.

La brecha siguió creciendo hasta el final del cuarto inicial (29-15, min 10) y la tónica se mantuvo en la reanudación. La diferencia de ambas plantillas, aumentada por las sensibles bajas visitantes, salió a relucir demasiado pronto y Pablo Laso pudo repartir minutos entre sus hombres menos habituales en espera de futuras batallas.

El BAXI Manresa resistía como podía las acometidas del vigente campeón y, tras muchos minutos, logró ponerse a nueve tras un triple de Paco del Águila, aunque Jaycee Carroll respondió con la misma arma en la siguiente acción.

Lalanne sufría bajo aros ante las torres blancas y Peñarroya no encontraba la llave para penetrar en una defensa que recuperaba balones a buen ritmo e imprimía velocidad al choque a la mínima oportunidad (45-29, min 18).

En esa fase del partido, el mexicano Gustavo Ayón aportó empuje en ataque y recuperó parte de la confianza perdida en la Final a Cuatro de Vitoria y al descanso se llegó con el partido encarrilado para los intereses blancos y mucho por trabajar en las filas manresanas (53-37, min 20)

Un 6-0 de salida, de nuevo con Lalanne como protagonista, volvió a dejar la diferencia en la decena de puntos, pero a cada acercamiento del BAXI Manresa respondía el Real Madrid, que demostraba por qué presenta el mejor ataque de la competición y mantenía un cómodo colchón que le acercaba al primer triunfo de la eliminatoria.

Desde la esquina, Trey Thompkins subió al marcador el +18 a dos minutos del final de un tercer cuarto que también fue de color blanco y que se cerró con un triple sobre la bocina de Felipe Reyes (78-58).

El último acto aportó poco a los espectadores. Las rentas se mantenían en torno a la veintena de puntos y los dos equipos empezaron a pensar en el segundo partido de la serie, que les volverá a enfrentar el domingo en el Nou Congost.