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La falta de regularidad es el mayor déficit de Boca esta temporada, por eso luego del bajón que significó perder en La Bombonerita ante La Unión, y también ante Peñarol en el Polideportivo Islas Malvinas, llegó la levantada ante el duro Gimnasia de Comodoro. Fue victoria para el Xeneize por 95 a 77, con 26 tantos de su goleador: Jaisel Rivero.

Una marca registrada del conjunto de Narvarte es la férrea defensa, y desde el arranque del encuentro fue una de las claves de la victoria. En el primer cuarto, el conjunto azul y oro apenas le permitió anotar 9 unidades a los de Villagrán, sumado a la racha anotadora de Jasiel Rivero, al cabo de los primeros 10 minutos, la brecha era de 13 tantos (22-9).

Si en el primer chico lo importante pasó por el trabajo defensivo, en el segundo estuvo en el aro rival. Con el goleo repartido, pero también la sobresaliente actuación del cubano Rivero, al entretiempo el Xeneize se escapó por 27 (55-28). Desconcertados, los jugadores de Gimnasia no podían hacer pie en ninguno de los dos costados de la cancha. Ni para lastimar al bloque defensivo del local, ni para detener el buen movimiento de balón.

En el complemento, los de Comodoro Rivadavia esbozaron una respuesta. Con Treise y un buen trabajo en el eje de cancha, más la conversión de varios tiros de tres puntos, se llevaron el tercer período por 27 a 17. Susto suficiente para que Boca salga al cuarto final con las energías puestas en sostener la victoria, que finalmente se concretó por 95 a 77.