Golden State concretó su barrida y se metió en la final del Oeste. Los Warriors volvieron a quedarse con una gran victoria en Utah, ganándole al Jazz por 121-95 para sacar la escoba por 4 a 0 y meterse por tercera vez consecutiva en la definición de la conferencia. Ya lo habían hecho en 2015 cuando más adelante terminaron ganando el anillo, repitieron el año pasado y ahora volverán a estar. Momento brillante para unos Warriors que siguen invictos en estos playoffs (las dos series jugadas hasta ahora las ganaron con barrida).
No hubo lugar para la sorpresa de Utah, el golpe quedó muy lejos de darse y Golden State volvió a ser cotundente. Stephen Curry terminó como la máxima figura con 30 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias, mientras que Klay Thompson (21 tantos), Kevin Durant (18 unidades, 6 rebotes y 5 asistencias) y Draymond Green (triple doble con 17 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias) completaron el póquer de destacados.
Golden State brilló desde el arranque, con Curry y Thompson arrancó enchufadísimo y ya en el primer cuarto la diferencia mostró las diferentes realidades entre ambos equipos (39-17). Los Warriors volvieron a tener un inicio a toda máquina, Utah no le pudo seguir el paso y a pesar de tener una buena reacción en el segundo cuarto (35 a 21) todo siguió en manos de los de Oakland: 60-52 al entretiempo. Tras ese segundo periodo de relax, los Warriors metieron un complemento brillante (61 a 43) y se quedaron con una cómoda victoria.
Predecible barrida de Golden State ante un Jazz que dio pelea pero que nunca le alcanzó para robarse al menos un punto en la serie. Ahora, ya clasificado a la final del Oeste, el vigente subcampeón espera por el ganador de la serie en San Antonio Spurs y Houston Rockets, serie que se encuentra igualada 2-2 de momento.