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El desahogo de Milos Teodosic después de haber quebrado un extenso malificio fue evidente. El serbio ganó su primera Euroliga de su carrera, rompiendo una sequía de seis finales donde se quedó en las puertas de la gloria y no pudo llevarse el título, y por esa razón fue más que entendible su euforia.

"Ganar la Eurolioga es algo en lo que sueño y algo que quiero hace un tiempo muy largo", le confesó Teodosic a Básquet Plus antes de arrancar el Final Four. Y ahora, con ese gran anhelo cumplido por primera vez en siete oportunidades, su alegría resultó notable.

"Solo pienso en cómo voy a emborracharme esta noche. Posiblemente sea la mejor noche de mi vida. Voy a salir, descorchar unas cuantas botellas y celebrar como un bebé el título", dijo tras terminar la final.

Tras aquella broma, Teodosic se puso un poco más serio y dijo que este título "significa mucho. Esto es increíble. Hemos tenido un montón de derrotas como ésta pero nunca ganamos como lo hemos hecho hoy. Nos hemos sacrificado por este resultado y estoy muy orgulloso".

"Ganábamos por 20, hemos intentado controlar el partido pero el Fenerbahce es un gran equipo y nunca han renunciado. Dimos todo lo que teníamos dentro para ganar este partido. Gran defensa, hemos jugado una gran defensa y hemos estado trabajando todo el año para esto. Es algo importante para nosotros".

"Es una sensación increíble para levantar el trofeo. Me hubiera gustado hacerlo antes, pero me va a dar un excelente confianza repetir esta hazaña y tratar de convertirlo en un hábito. Se quita un enorme peso hombros (tras haber fallado seis veces en el Final Four)", admitió.

Para finalizar, también dejó en claro que hubo algo de fortuna en la consagración. "Debo admitir que tuvimos un poco de suerte en ganar después de haber desperdiciado una ventaja de 21 puntos en el segundo periodo. Empecé a preguntarme si la historia se podía llegar a repetir. Sacamos el pie del acelerador demasiado temprano, pero perseveramos y no nos rendimos".