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Uno de los partidos más esperados de la NBA fue el que disputaron anoche Golden State Warriors y San Antonio Spurs. Fue el choque de los dos equipos de mejor presente, con el campeón defensor en todo su esplendor ante unos texanos que aparecen como uno de los más serios competidores de la actualidad. La balanza se terminó inclinando a favor de los Warriors, que demolieron a los Spurs por un claro 120-90.

Los análisis post partido suelen dejar muchas cosas importantes, desde lo que se puede aprender o confirmar hasta la misma autocrítica y balance de cada uno. No obstante y aunque seguro internamente le dejó muchas cosas para estudiar, Gregg Popovich se mostró despreocupado y hasta bromeó con la derrota de su equipo.

"Estuvimos a punto de ganarles. Estoy agradecido de que nuestro general manager no haya estado en el vestuario porque podría haberme despedido", ironizó Pop en su primer contacto con los medios. El entrenador de San Antonio disparó un claro y punzante mensaje a Cleveland Cavaliers, por la forma en la que esta franquicia despidió a su técnico David Blatt pese a marchar líderes del Este.

Más en frío y fuera de su ya tradicional condimento en cada una de sus declaraciones, Pop admitió que "Fue como un partido entre niños y adultos. Nos ganaron en todas las facetas del juego, siendo sumamente agresivos, rápidos, disciplinados e infalibles".

Manu Ginóbili también se refirió a la caída de este lunes, en declaraciones exclusivas con La Nación. "Están mucho mejor que nosotros, sin dudas, y son 48 minutos... 36 minutos en realidad, donde tuvimos que defenderlos y son un equipo muy distinto a todos los demás. No jugábamos contra ellos hace como 10 meses y necesitábamos tenerlos enfrente para ver cómo se los puede defender, qué se puede hacer, las zonas de confort que ellos tienen, las nuestras o las que no tuvimos nosotros. La verdad es que fue una enseñanza el hecho de jugar, pero están pasando por un momento superlativo y no tuvimos ninguna chance".