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El último show: Aunque es imposible asegurarlo a esta altura, todo indica que la 2015/2016 sería la última temporada en que estén juntos el Big 3 de los Spurs. Manu y Duncan coquetearon con el retiro, pero volvieron en busca de un quinto y sexto anillo respectivamente. Para ello, no anduvieron con chiquitas: sumaron a LaMarcus Aldridge, una de las joyas del mercado y otros buenos jugadores de rol (David West, Rasual Butler, el gigante Marjanovic). Tras una campaña pasada muy complicada desde todo aspecto, San Antonio comienza la liga con un mote de candidato que no siempre ha tenido en estos años. Igualmente, si a un equipo podemos estar seguros que no le pesará esa presión, es a este. ¿Habrá final feliz para semejante novela?

El trono en juego: Luego de saltearse etapas y campeonar en la pasada temporada, los Warriors se preparan para defender la corona ante varios desafiantes importantes. Lo bueno es que han mantenido el plantel campeón, pero ahora deberán enfrentarse a equipos que ya conocen su forma de jugar y que seguramente, tomarán medidas para contrarrestar su propuesta. El factor sorpresa ya no estará en su favor. Igualmente, hoy son el equipo a vencer, no sólo por el hecho de defender el título, sino también por nombres y química.

Punto de quiebre: La 2015/2016 definirá muchas situaciones en Oklahoma City, para bien o para mal. Tras pasar lesionado buena parte de la liga pasada, vuelve Kevin Durant, en su último año de contrato. Westbrook la rompió en la 2014/2015 y conociendo su inmenso ego, veremos si está dispuesto a ceder el liderazgo en manos del alero. La dinámica entre ambos ha generado muchas opiniones encontradas en el pasado y hoy la situación aparece con su mayor exposición. Además, hubo un cambio en el banco, con la salida de Scott Brooks y la llegada desde la NCAA de Billy Donovan.

Contra el destino: Siempre parece haber algo que impide que los Clippers se transformen en el equipo que insinúan durante parte de la temporada. Pasando por lesiones, situaciones bizarras y partidos increíbles, siempre hay algo que se interpone en el camino de los angelinos de cara al título. En el 2015 parecían listos para romper ese maleficio, con su enorme triunfo ante los Spurs en la primera ronda. Sin embargo, más tarde colapsaron ante Houston, en una serie que tenían en sus manos. Con la llegada de Paul Pierce, la dramática renovación de DeAndre Jordan más la incorporación de dos problemáticos talentos como Lance Stephenson y Josh Smith, el nuevo conjunto de Pablo Prigioni desea dejar atrás las frustraciones y convertirse, de una vez por todas, en una de las potencias de la liga.

Solución de base: Más allá de la contribución de los veteranos Prigioni y Terry, quienes terminaron con un protagonismo mayor al esperado, estuvo claro que a los Rockets les faltó un base titular de nivel en los momentos claves. ¿Es Ty Lawson ese jugador? En principio y sumado a la recuperación de Patrick Beverley, les da una profundidad y variantes que no tenían en años anteriores. Lawson viene con problemas afuera de la cancha desde Denver, pero es un jugador que puede marcar diferencias. Su velocidad se adapta perfectamente al estilo que proponen Morey y McHale.

En contra de las normas: Mientras la NBA toma un camino, los Grizzlies toman otro completamente opuesto. Desde el uso de dos pivotes de poste bajo como Gasol y Randolph al mismo tiempo, hasta la falta de tiradores de tres puntos, Memphis siempre ha tenido un estilo tan propio como exitoso. A eso se le puede sumar una estabilidad en el plantel que es difícil de encontrar en otras franquicias, aún en las ganadoras. Los de Dave Joerger son quizá el equipo más previsible del torneo, aunque no por eso menos peligroso.

¿El nuevo Rey?: El crecimiento de Anthony Davis en un par de años ha sido excepcional. De hecho, hubo momentos de la temporada pasada donde parecía difícil que otro jugador de la liga tuviera su impacto en ambos costados del campo. Eficiencia, defensa, capacidad atlética... Davis tiene todo lo que se busca en la súper estrella moderna. Incluso, muchos lo colocan como el máximo favorito a llevarse el MVP de la 2015/2016, por encima de nombres como LeBron James, Kevin Durant o Steph Curry. La gran pregunta es, ¿qué significará esto para los Pelicans, quienes no han cambiado mucho de plantel pero sí de entrenador (llegó Alvin Gentry)?

Víctimas del Oeste: Si bien el plantel de los Mavericks podría ser tranquilamente considerado de playoffs en el Este, en el durísimo Oeste parece haberse quedado un par de pasos atrás de los favoritos. Dallas apenas se ha perdido una postemporada (la 2013) desde el 2000 en adelante, algo que podría repetirse en esta ecuación. Para que no suceda, precisan un renacer de Deron Williams y una recuperación plena de Wesley Matthews, quien viene de romperse el tendón de Aquiles.

Los primeros pasos: Aunque seguramente la 2015/2016 los verá lejos de los favoritos, esta temporada puede marcar los primeros indicios de excelencia para dos franquicias de las que mucho se espera en el futuro: Utah y Minnesota. Sin estrellas, el Jazz tiene solidez y juventud en todos sus puestos, con un potencial especial en su juego interior: la dupla Favors-Gobert puede ser de lo mejor de la NBA de acá a tres años, sobre todo en el costado defensivo. Por su parte, los Wolves están golpeados por el fallecimiento de Flip Saunders, pero tienen a dos diamantes en bruto como Andrew Wiggins y Karl Anthony-Towns, para comandar a un plantel tan joven como talentoso.

Un final poco Hollywoodense: Es cierto que no hay nada confirmado, pero todo hace pensar que ls 2015/2016 será la última para Kobe Bryant, al menos en Los Ángeles (¿se retirará en Europa?). Sin embargo, la búsqueda del famoso sexto anillo para empatar a Jordan parece haber quedado lejos. Los Lakers siguen en una etapa de transición como pocas veces han visto en su gloriosa historia y más allá de alguna buena incorporación, están muy lejos de los favoritos. O incluso de los puestos de playoffs. Ojalá un gigante como Kobe al menos pueda despedirse a pleno desde lo físico.

¿Camino abierto?: Las predicciones para ganar el Este han sido casi unánimes en favor de los Cavs. Con Love de regreso, LeBron y compañía parecen destinados a una nueva prueba en las finales. ¿Quién le puede hacer sombra en la Conferencia?, ¿Chicago, Atlanta, Toronto? Hoy el resto parece lejos, aunque la temporada es larga y son varios los conjuntos que pueden demostrar lo contrario.

Las dos caras de Atlanta: Será muy interesante ver que Atlanta Hawks veremos en la 2015/2016. Pocos equipos llegaron a techo de juego más alto que los de Budenholzer en la temporada pasada (probablemente, apenas los Warriors) pero tuvieron su bajón en el peor momento posible y pasaron unos playoffs alejados de sus posibilidades. La pregunta ahora pasa por el verdadero ser de los Hawks: ¿los que dominaron la fase regular y se ganaron el mote de los Spurs del Este, o el que mostró poco y nada en la postemporada?

Cambio de imagen: Uno de los equipos sobre los que hay puestos más interrogantes en esta campaña es Chicago. Desde un cambio radical en el banco, con el juego dinámico de Fred Hoiberg reemplazando al estructurado de Tom Thibodeau, hasta la situación con Rose y sus problemas de lesiones. Además, Joakim Noah parece haber perdido el puesto de titular en manos de Nikola Mirotic. Hoy es difícil aventurar como resultará todo, aunque está claro que los Bulls tienen talento para pelear en los más alto.

Crecimiento puro: Si hay un equipo del que se espera una mejoría importante en el Este, es de Milwaukee. Aunque ya tuvieron una buena temporada pasada, el haber mantenido la base de la 2014/2015, recuperando a Jabari Parker y sumando a Greg Monroe, los pone como uno de los favoritos a repetir como revelación de la competencia. El griego Giannis Antetokounmpo debe ser el encargado de liderar a un equipo de los más interesantes para ver en el certamen. Defensivamente, con su versatilidad y velocidad, proponen algo muy parecido a lo que llevó a Golden State al título. En ataque están muy lejos, claro.

Salto de calidad: Los Raptors y los Wizards tuvieron una buena 2014/2015, pero demasiado irregular. Son dos de los equipos destinados a pelear en lo alto del Este, pero con eso (que ya hicieron en la campaña pasada), no alcanzará. Washington debe demostrar que puede mantener un nivel similar durante todo un año y que Randy Wittman no ha perdido el control del plantel. Por su parte, para el Toronto de Luis Scola no es suficiente con una buena fase regular: es hora de que hagan ruido en los playoffs.

Una cuestión de salud: Aunque no muchos los ponen en la pelea grande del Este, el Heat, por nombres, no tiene demasiado para envidiarle a nadie (salvo a los Cavs). Un quinteto inicial con Dragic-Wade-Deng-Bosh-Whiteside es tranquilamente de final de Conferencia pero la clave para ellos pasará por el rendimiento del banco y sobre todo, el poder mantenerse sanos la mayor parte del tiempo.

El triángulo II: Luego de una malísima 2014/2015, los Knicks entran en su segunda temporada bajo el triángulo de Phil Jackson. No han tenido grandes incorporaciones y las mayores esperanzas están depositadas en la aparición del novato letón Kristaps Porzingis, quien divide aguas en New York. ¿Aguantará Carmelo otra temporada lejos de los playoffs?, ¿habrá en este segundo año un mayor entendimiento de la propuesta de Jackson y Fisher? Veremos...

George de 4: La historia más importante en relación a los Pacers pasa por el cambio de estilo del equipo. Ni bien terminó la 2014/2015, Larry Bird anunció que Indiana se uniría a la dinámica del small ball, usando a Paul George como ala pivote y buscando formaciones más veloces y pequeñas. Esto forzó la salida del equipo de Roy Hibbert y David West, pero el mayor interrogante pasa por el propio George, quien ha expresado varias veces que no se siente cómodo en su nuevo puesto. ¿Le dará el tiempo la razón a Bird o será George quien gane la pulseada y vuelva a jugar de 3?

Small Ball: Con el ejemplo victorioso de los Warriors, son muchos los equipos que seguramente intentarán copiar su estilo de juego, con cuatro o hasta cinco perimetrales al mismo tiempo en cancha. Hace años que los pivotes puros han ido perdiendo su lugar, pero el mencionado éxito de Golden State, potenció esa situación. La NBA es una liga de modas y esta es la temporada del small ball.

¿Estrellas en movimiento?: La 2015/2016 puede marcar la salida de varias súperestrellas de sus equipos actuales. El mayor candidato es quizá Carmelo Anthony, a quien es difícil imaginar desperdiciando otro año de su pico de rendimiento en unos mediocres Knicks. Pero Melo no es el único que podría ser traspasado. Kevin Durant entra en su último año de contrato con el Thunder y OKC podría preferir conseguir algo a cambio, antes de perderlo en la agencia libre. Difícil, pero no imposible. Por su parte, Paul George ya ha expresado su disconformidad con jugar como ala pivote en los Pacers, mientras que Derrick Rose y la gerencia de los Bulls llevan un buen tiempo sin estar en el mismo camino.