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Siempre se habla de la madurez y la regularidad para establecerse en la Liga. Y hay tres casos interesantes de jugadores que están teniendo su revancha y son líderes en sus equipos después de un tiempo fuera de la competencia.

Diego Figueredo es quizás el más marcado. El cordobés tuvo pasos por la Liga con Ferro, Argentino, Libertad, Instituto y La Unión, en todos sin lograr destacarse del todo. Sin embargo, en su salida al exterior pasó por Flamengo, consiguiendo títulos, por Corinthians y por Sao José, donde se estableció como una de las figuras del equipo que dirigía su hermano Sebastián.

Ahora, a los 33 años, el base volvió a la Liga de la mano de Riachuelo y es el gran líder de una de las revelaciones en este arranque. Es el goleador del equipo con 15.4 puntos, máximo asistente con 4.6 por juego, el cuarto rebotero con 4.8 y el segundo en robos con 1 por partido.

Otro que está teniendo un gran rendimiento es Romeao Ferguson. El hijo de Calvester Ferguson, aquel que brillara en el TNA, tuvo en la 22/23 solo 8 partidos en Atenas antes de ser cortado. Desde allí volvió a Chile destacándose en Leones y Puerto Varas, y también con buenos pasos por Venezuela y por República Dominicana.

 Ahora, a sus 27 años fue contratado por La Unión y es el líder ofensivo de los de Formosa con 15.3 puntos, 5.4 rebotes, 1.6 asistencias y también sumando desde la defensa con 1.8 recuperos.

Por último, Juan Cruz Oberto tuvo su debut en la 2015/16 con Atenas en la Liga, pero no pudo establecerse y debió pasar a la Liga Argentina. Allí fue creciendo con Barrio Parque y San Isidro, además de dos pasos por Bolivia, hasta que en la 23/24 volvió para llevar al griego de vuelta a la élite y allí se quedó.

En esta 24/25, el interno cordobés es uno de los mejores de la competencia con sólidos 14.5 puntos y 7.2 rebotes. Además, acumula un interesante 63% de campo.

Alejandro Malky / [email protected]
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