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Pablo Bertone estuvo en boca de todos cuando tuvo grandes rendimientos en la NCAA, más precisamente en la Universidad de Florida, donde tuvo un gran último año y estuvo cerca de llegar a la NBA. En esa campaña final, el cordobés vivió una experiencia inigualable, como fue jugar frente a la Universidad de Duke.

“La historia es curiosa porque los hinchas de Duke, llamados los Cameron Crazy, son muy particulares, de los más conocidos de la NCAA. Sabíamos que cuando vas a sacar de lateral se te tiran todos encima. Así que estaba atento en ese partido porque quería ir a sacar. Me acuerdo que se fue la pelota y me fui corriendo a agarrarla y sacarla yo. Igualmente, ni enterado estaba de lo que pasaba detrás de mí. Estaba envuelto en gritos y en manos que algunas me alcanzaban a tocar, era muy loca esa sensación. No sabía que me iban a sacar una foto, pero yo rogaba que lo hicieran, y cuando la vi fue espectacular. Tengo cuenta pendiente porque no me pude establecer en ningún lado, pero algún día en mi casa voy a tener esa gigantografía ahí en la pared, porque fue un momento espectacular. En Duke, contra Duke, contra Coach K, contra la cantidad de futuros NBA de ese momento. E hicimos un buen partido, a pesar de perder por 20, cada equipo que iba ahí y perdían por 50, y en lo personal tuve un muy buen partido”.

En ese juego Bertone tuvo una gran actuación, con 17 puntos, y recibió los elogios de Coach K, Mike Krzyzewski: “Coach K se dedicó a hablar bastante sobre mí en la conferencia de prensa después del partido, puso tres o cuatro jugadores distintos a defenderme y no podían pararme, estaba inspiradísimo. Estaba muy motivado y gracias a dios me salieron todo ese día. Fue un poco lo que marcó la temporada que terminé teniendo, que fue mi último año, uno de los primeros partidos de la temporada fue”.

En la misma línea, caracterizó a los fanáticos de la NCAA: “El fanatismo es increíble. La gente es muy fanática, en las universidades pasan miles de estudiantes cada año que siguen conectados a la universidad para siempre, que van a ver los partidos, que sus hijos y nietos van a la universidad, hay campañas de donación de los graduados, entonces las familias siguen ligadas por siempre. Se identifican con eso muchísimo más que con la NBA o la NFL, es lo mismo el fútbol americano”.

Es a foto cobró más valor cuando vio que era muy parecida a la de una estrella actual de la NBA: “Con el pasar del tiempo vi que Curry tenía la misma foto con Davidson y está buenísimo. Una de las mejores sensaciones, también contra North Carolina o Indiana, frente a 20 mil personas, todos jugadores NBA, Oladipo, Zeller, los números uno del país, Reggie Miller transmitiendo. Muchas experiencias así se dieron que por suerte llevo conmigo siempre”.

La foto de Curry similar a la de Bertone (Foto: ESPN).

Bertone vivió cuatro años la vida universitaria y contó los pormenores: “La vida universitaria es única. Te pasa una sola vez en la vida, cuando sos muy joven, adolescente todavía. Es algo que no se vuelve a repetir, podés jugar como profesional en todos los lugares que quieras, pero la NCAA, cuando se te pasó el tren ya no lo podés hacer más, eso es lo que lo hace único. Fueron los mejores cuatro años de mi vida. No fueron fáciles, de hecho, estuve cinco años y medio en Estados Unidos, ya que estuve en preparatoria en Filadelfia. La vida es como una película, era mi sueño estar en Estados Unidos, mamaba mucho básquet, NBA, lo poco de NCAA que podía consumir, pero cuando llegué ahí superó todas mis expectativas. Te tratan como un atleta de élite, tenés todo a tu disposición, gente ayudándote a ser mejor en cada ámbito todo el tiempo. Tutores de estudio, los mismos profesores de cada materia, los ayudantes del equipo de básquet, los asistentes, los fisios, que son muchos. Te buscan todo el tiempo, te mandan mensajes para ver qué estás haciendo e ir a entrenar y trabajar, todo el tiempo. Eso es lo que realmente si vos lo sabés reconocer lo valioso que es, podés mejorar todo lo que vos quieras, los límites te los ponés vos realmente, porque tenés todo. A medida que pasan los años lo vivo con nostalgia porque son situaciones que no querés que se terminen nunca. Cuatro años son muchos, los disfruté, pero pasan en un abrir y cerrar de ojos”.

Además, el base precisó cómo es el básquet puntualmente: “Se vive con mucha intensidad, el básquet y el fútbol americano son los deportes más fuertes así que se viven con muy intensamente. Llegué a una universidad con un gran equipo y muy armado, entonces mi año de freshman salimos campeones y fue una temporada donde pasaron dos o tres meses sin perder. La cancha estaba llena, las previas en el estacionamiento, los estudiantes íbamos a festejar, a comer y a tomar y después al partido, después había fiestas en todas las fraternidades para el equipo de básquet”.

Al mismo tiempo, recordó cómo se apoyan entre todas las disciplinas: “Fui un adolescente viviendo un sueño, íbamos de fiesta en fiesta y disfrutando. Era una cosa de locos para mí. Nos apoyamos mucho con los otros deportes porque nos cruzamos mucho. Hay un edificio particular que es para el apoyo académico y deportivo de los deportistas, entonces pasamos mucho tiempo ahí, con los tutores, estudiando, haciendo trabajos prácticos, haciendo tratamientos con los fisios. Nos cruzamos mucho, en la misma universidad tenés clases también con otros atletas y es una vida muy distinta la del deportista estudiante al estudiante normal, entonces hay una unión entre nosotros porque es muy difícil. Por más que te den muchas facilidades es muy difícil, por eso nos apoyamos entre todos”.

Bertone también recordó el ambiente de los partidos, que en muchos casos superan a la NBA: “Es lo más parecido, en algunos casos de universidades muy grandes, me animo a decir que hay cosas que superan a la NBA misma. Me tocó jugar contra Kansas, Indiana, Duke, North Carolina, Florida, y eran cosas que se me ponían la piel de gallina o lloraba de emoción. Es impresionante lo que vivís ahí, es como estar en la NBA realmente. Todas las cosas que tenés, cómo te tratan, la cantidad de cámaras, la cantidad de prensa, gente durmiendo en carpa afuera de los estadios esperando para sacar las entradas y entrar primero a la cancha. Es increíble, la exposición que se le da al básquet universitario. Creo que en Argentina nunca vamos a tomar dimensión de lo que es. Estamos muy lejos lamentablemente, no hay comparación en poder consumir realmente la cultura universitaria, nunca va a poder terminar de apreciarse”.

Por último, comentó lo que más extraña y no dudó a la hora de aconsejar a futuros jugadores que puedan ir a Estados Unidos: “En el lado deportivo extraño la organización y el profesionalismo para que puedas ser lo mejor posible. No hay ningún obstáculo para que puedas hacer tu trabajo al máximo potencial. En lo general también se extraña, es un momento único, gracias a dios lo pude hacer y al que sea que tenga la posibilidad le sugiero que lo haga porque no se va a arrepentir nunca. Hoy estoy en Islandia y estoy muy contento porque hay muchas cosas que me recuerdan al sistema universitario, intentan copiar estructuras, tienen mucha proximidad con la cultura americana y tienen todo lo que se hace allí. Estoy en un lugar donde me siento muy cercano a eso y muy cómodo”.

Alejandro Malky / [email protected]

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