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Los Angeles Lakers no es un equipo reconocido por su paciencia y bajas expectativas para sus estrellas. La historia de los angelinos es una de una franquicia que nunca estuvo un período largo de tiempo sin una estrella con Baylor, West, Chamberlain, Abdul-Jabbar, Magic, Worthy, Shaq y Kobe tenemos 60 años de la franquicia, entre estos nombres el período de transición fue menor a los 5 años, los fanáticos de este equipo han sido cuanto menos afortunados.

El “problema” de este éxito es que las exigencia que existe sobre los jugadores jóvenes es demencial si no rinden de manera veloz son rápidamente desechados. Hoy en día muchos de los jugadores que pasaron por la franquicia en anteriores temporadas han demostrado que tal vez con un poco más de tiempo y apoyo hoy los Lakers podrían tener un equipo con un futuro extraordinario, pero para el equipo de Los Ángeles el futuro es un concepto tan extraño como para los Timberwolves lo es ganar.

Temporada 2015-16, la última del número 8/24, si bien el récord del equipo (17-65) parece indicarnos que la el grupo está formado por pésimos jugadores rodeando a su veterana estrella. Si bien esto es cierto en parte, el equipo estaba conformado por jugadores como: Julius Randle, Larry Nance Jr, D'Angelo Russell y Jordan Clarkson. 

Russell y Randle ya han sido seleccionados como all-stars, el progreso defensivo de Larry Nance Jr nos hace pensar que el jugador tiene mucho para dar a un contendiente y Clarkson es candidato a sexto hombre del año. 

Lo sorprendente de este grupo no es solo su crecimiento sino lo que obtuvieron por ellos los Lakers en su afán por tratar de generar espacio salarial para firmar superestrellas. Russell fue traspasado a los Nets junto con el monstruoso contrato de Mozgov a cambio de Brook Lopez (por un año) y el pick 27 (que se convirtió en Kuzma). 

Clarkson y Nance fueron intercambiados por Isiah Thomas, Channing Frye (ellos también jugaron un solo año con el equipo) y el pick 25 que se convirtió en Moritz Wagner al que también traspasaron por espacio salarial más adelante.

El caso más sorprendente es el de Julius Randle, que si bien no pudo lucirse en sus 4 años como rookie, los Lakers decidieron no igualar la oferta de los Pelicans de casi 18 millones por 2 años, por lo que lo perdieron por nada y ahora este es candidato al jugador con mayor crecimiento de un año a otro.

De haberlo intentado los Lakers podrían haber obtenido un mejor retorno por estos jugadores, que hoy en día gozan de roles importantes en sus respectivos equipos. A pesar de todo esto, no hay que olvidar, que si bien lo único que consiguieron por ellos fueron espacio salarial y a Kuzma, gracias al espacio salarial pudieron firmar a LeBron James. Una vez firmado el rey algún escudero iba a aparecerse en el Staples Center, y con él un nuevo anillo para la franquicia de California.

Para cerrar no me parece justo decir que ni Hart, ni Ingram, ni Lonzo fueron dejados de lado por falta de confianza en su potencial como sí fue el caso del grupo de la temporada 2015-16. El último grupo simplemente fue traspasado para conseguir la siguiente superestrella que acompañara a LeBron hacia el campeonato.

Luciano Torino / [email protected]

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