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Ryan Arcidiacono, la estrella que no fue

13:23 22/11/2021 | El jugador oriundo de Philadelphia, fue uno de los más destacados durante su paso por la NCAA. Pese a no ser elegido en el draft, jugó en la NBA. Hoy compite en G-League.

Ryan Arcidiacono, la estrella que no fue (Getty)

Ryan Curran Arcidiacono es uno de los tantos jugadores que tenían un futuro promisorio pero, por distintos motivos, no pudieron cumplir con las expectativas depositadas en él. Nació en Philadelphia en marzo de 1994, posee doble nacionalidad, además de norteamericano es italiano, y desde chico se destacó en el básquet.

Su desempeño en la Universidad de Villanova jugando con los Wildcast durante los cuatro años que participó de la NCAA fueron con actuaciones destacadas. Totalizó más de 140 partidos y tuvo 11.1 puntos, 3.7 asistencias, 2.3 rebotes y 1.2 recuperos de promedio en casi 32 minutos por encuentro.

En la temporada 2015/16, tuvo su mejor desempeño y los Wildcast lograron coronarse campeones de la NCAA en una recordada final en la cual superaron a North Carolina por 77-74 con un triple sobre la chicharra de Kris Jenkins tras la asistencia del base italo-estadounidense. Arcidiacono fue elegido como el mejor jugador del torneo.

Pero las puertas de la NBA no se abrieron tan fácilmente. En el draft del 2016 no fue elegido por ninguna franquicia, el 1 fue Ben Simmons y entre otros jugadores destacados, fueron seleccionados Jaylen Brown, Jamal Murray, Dejounte Murray.

San Antonio Spurs fue la franquicia que le permitió llegar a la NBA, lo fichó para disputar las ligas de verano e incluso jugó tres partidos de pretemporada, luego fue cortado. Posteriormente fue a la filial de San Antonio en la G-League: los Austin Spurs.

No quedaría todo allí. Para la temporada 2017/18 tenía todo acordado para cruzar el charco e ir a jugar a Europa, el básquet italiano iba a ser su destino para jugar en Juvecaserta. El equipo no fue aceptado para jugar en la Serie A por problemas financieros y el contrato del jugador se dio de baja.

Volvió a Estados Unidos y arregló con Chicago Bulls. Allí permaneció cuatro temporadas, arrancó con un contrato dual que le permitía jugar en la filial en la G-League, el Windy City Bulls y en la NBA. Totalizó más de 200 partidos en la mejor liga del planeta pero nunca pudo asentarse y lograr que su carrera despegue definitivamente.

La Universidad de Villanova retiró el dorsal 15, número que utilizó Ryan durante su estadía en dicha institución. Hace pocos días, luego de superar una lesión en uno de sus codos, fichó con Maine Celtics, filial de Boston en G-League.

Hoy con 27 años, todavía tiene hilo en el carretel para seguir jugando, pero su carrera no podrá ser la que se vislumbraba luego de un fructífero paso por la NCAA con título y premio incluido. Se sumó a la lista de grandes promesas que nunca pudieron consagrarse y consolidarse en la mejor liga del planeta.

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