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En 1987, la NBA agregó cuatro equipos de expansión; Miami Heat, Orlando Magic, Charlotte Hornets y Minnesota Timberwolves. El Heat inició su primera temporada en noviembre de 1988, y lo hicieron en la Conferencia Oeste. Desde el principio, las cosas se pusieron feas. Abrieron su temporada 0-17 y no consiguieron su primera victoria hasta mediados de diciembre en una estrecha victoria sobre los Clippers.

El equipo terminó su temporada 15-67, el peor récord de cualquier equipo ese año y el peor en la historia del Heat. Terminaron 36 juegos detrás de los ganadores de su división, Utah Jazz, y 42 juegos detrás de Los Angeles Lakers, los mejores del Oeste. Si bien no es ningún secreto que los equipos de expansión suelen tener problemas en sus primeras temporadas, el Heat claramente había tenido problemas debido a su ubicación. Por ejemplo, el oponente divisional más cercano de Miami era Houston, que estaba a unos 600 kilómetros de distancia. Entonces, ¿por qué estaba Miami en el Oeste para empezar? Era una simple cuestión de logística. Cuando la NBA se expandió, no agregaron los cuatro equipos a la vez.

Miami y Charlotte llegaron juntos a la liga y se colocaron en las divisiones del Suroeste y del Atlántico, respectivamente. Pero Minnesota y Orlando no se unieron hasta la temporada 1989-90, dejando a Miami en el lado opuesto para equilibrar las conferencias. Al año siguiente, Minnesota tomó el lugar de Miami en la Conferencia Oeste, junto con Orlando, mientras que Miami se mudó al Atlántico y Charlotte a la Central. La pesadilla del Heat había terminado y las cosas mejoraron instantáneamente para el equipo, constante hasta 1995, cuando Pat Riley llegó al mando, y los propulsó como un equipo temerario, ganando un récord de 61 juegos en la temporada 1996-97, más de lo que lograron en las últimas 3 temporadas combinadas.