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Cada temporada, Miami es conocido hace varios años por sacar de la galera jugadores que nadie o pocos tenían en el radar y que se destacan. Hace un par de campañas fue Duncan Robinson, y ahora emergió Max Strus. El nuevo tirador del Heat tuvo que sortear varios obstáculos para vivir el gran presente en el equipo de Erik Spoelstra.

Nacido en Chicago, Max no parecía tener un gran futuro, dado su tamaño pequeño, aunque su talento para el básquet desbordaba por todos lados. En su adolescencia creció y se destacó en el High School, por lo que tuvo una oferta de Chicago State de la Division I de la NCAA. Sin embargo, sorpresivamente decidió ir a la Division II, más precisamente a la Universidad Lewis, que conocía por su hermano.

Sus dos primeras temporadas fueron tal cual se esperaban, con el alero destacándose de gran manera gracias a su capacidad de tirador. Luego de una exhibición con 52 puntos y 12 triples, Strus pidió el transfer y llevó su talento anotador a DePaul.

Allí terminó de explotar, con 18.6 puntos, 5.8 rebotes y 2.5 asistencias, además de 1.1 robos por juego en sus dos temporadas en la máxima división del básquet universitario. A pesar de estas grandes actuaciones, Strus no fue elegido en el Draft de 2019 y tuvo que empezar bien de abajo, firmando contrato con Boston para la Summer League y luego cortado antes del comienzo de la temporada.

Pero su mal momento no terminó ahí, dado que mientras jugaba en la G-League e intentaba ganarse un lugar desde allí en Chicago, donde jugó dos juegos en la 2019/20, sufrió una rotura de ligamento cruzado de una de sus rodillas, que lo alejó de las canchas por un año.

Luego de recuperarse apareció Miami Heat y su posibilidad de pisar fuerte en la NBA. En plena campaña marcada por el Covid-19, Strus se esforzó y dio un paso adelante en la Summer League, con 20 puntos de promedio y un 40% de tres puntos.

Después de un primer año allí con un rol residual y de crecimiento individual, donde jugó 39 partidos con 6.1 puntos y 13 minutos de promedio, Max dio el paso adelante en este año. En fase regular tuvo medias de 10.6 puntos, 3 rebotes y 1.4 asistencias, con un gran 41% de tres puntos.

Sin embargo, lo mejor estaría por llegar en los playoffs, donde explotó y se erigió como uno de los principales anotadores del equipo de Spoelstra en esta primera ronda ante Atlanta. Allí pasó a tener 14 puntos por juego, siendo una pieza clave desde el banco y un pico de 20 unidades en el tercer encuentro.

Miami no se conforma y quiere el anillo, y en Strus encontró un nuevo Duncan Robinson para seguir creciendo y demostrando que con trabajo y perseverancia todo se consigue.