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Magic Johnson hizo historia llevando a los Lakers a dominar en la década de los 80. Sin embargo, esto pudo ser muy distinto, y el visionario de su padre evitó que la historia fuera completamente diferente.

En 1978, Earvin había finalizado su temporada debut en la NCAA con la Universidad de Michigan State, llevándola al título de conferencia y a ganar 13 partidos consecutivos, apareciendo en el torneo después de 19 años. A su vez, logró llegar a la final del Medio Oeste, cayendo ante Kentucky, mientras que la estrella en formación maravillaba a todos con 17 puntos, 7.9 rebotes y 7.4 asistencias.

Y allí fue cuando apareció Kansas City Kings, actuales de Sacramento, que querían seleccionarlo en el draft. “Kansas City tuvo la elección número uno. Entonces me llamaron y me dijeron: 'Oye, queremos seleccionarte como el número dos. Eran los Kansas City Kings en ese momento. Así que volé y me encontré con un tipo llamado Joe Ackerson, el gerente general, y me dijo: '¡Oye! ¡Quiero ofrecerte un contrato por seis años y 200.000 dólares al año!'. Entonces me emocioné, he estado arruinado toda mi vida” contó hace un tiempo.

Sin embargo, su padre apareció y lo hizo entrar en razón: “Mi padre me agarró, tiró de mí, me llevó afuera y me dijo: 'Espera'. Volveremos en seguida.' Él dijo: '¡Has estado arruinado durante 18 años, puedes estar arruinado un año más!' Le dije: '¡Sí, señor!'”.

Finalmente la decisión le permitió tener revancha y llevarse el título universitario al vencer a Indiana State de Larry Bird en la definición, en uno de los mejores partidos de la historia de la NCAA. A su vez, fue elegido por los Lakers en el draft de 1979 en la primera posición y el resto es historia.

Los Kings, por su parte eligieron a Phil Ford, un base que estuvo cuatro temporadas en el equipo con un máximo de 17.5 puntos, para luego pasar por New Jersey, Milwaukee y Houston y disputar solo 7 temporadas en la mejor liga del mundo.