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Minneapolis no es una ciudad que uno pueda relacionar demasiado con lo latino. Helada en invierno, es conocida por ser la cuna del cantante Prince, y el único contacto, relativo, que tiene con nuestra región es ser ciudad "hermana" de Cuernavaca en México y Santiago, en Chile. 

Sin embargo, en el deporte, se ha vuelto mucho más afín a Hispanoamérica, para decirlo correctamente. Tiene hoy en los Wolves de la NBA a un presidente colombiano (Gersson Rosas), a un asistente técnico argentino (Pablo Prigioni) y a dos jugadores españoles (Ricky Rubio y Juancho Hernangómez). Y va por más. 

Sabemos todos que el año pasado eligió en la primera ronda del draft al cordobés Leandro Bolmaro, quien acababa de renovar por largo plazo su convenio con el Barcelona, y ayer, el propio Rosas volvió a dar indiciones de lo que pretende con el argentino en una entrevista con la agencia EFE.

"Vamos a seguir las conversaciones pero es un jugador que valoramos mucho y que es muy importante para nosotros. Ojalá que tenga la oportunidad de jugar con los Wolves". Que eso ocurrirá tarde o temprano es casi seguro, salvo que en estos típicos movimientos inesperados que hay en la NBA, Minnesota utilice a Bolmaro como parte de algún trade, pero si no, la 2021/22 es muy posible que acabe con el argentino en Minneapolis. 

Aquí tallarán tres cosas: cuál sea el plan de los Wolves con Bolmaro, cuál sea el plan de Barcelona con Bolmaro y, sobre todo, cuántas ganas tenga Leandro tanto de jugar en la NBA como de seguir desarrollándose en el club catalán. Todo eso, hoy, no está absolutamente claro. Barcelona, como el Madrid, suele dar alguna chance a sus jugadores de cantera, pero no demasiadas, salvo que seas un crack, como Pau Gasol. Es el único, con Bolmaro y Sergi Martínez (poquito), que juegan este año siendo del club. 

Además, para el Barcelona, la urgencia hoy es ganar, tras casi una década de dominio total del Real Madrid, campeón dos veces de la Euroliga y habitual participante de la F4, a la que faltará ahora y donde estará el Barcelona, que no se corona en Europa desde el año 2010, con Ricky Rubio de base y Xavi Pascual de entrenador. Fue su segunda Euroliga (la primera, en el 2003, con Jasikevicius de base, Pesic de entrenador y Bodiroga de estrella). En 10 días, en Colonia, irá por su tercera.