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El excéntrico exjugador Lamar Odom fue dos veces campeón de la NBA con Los Angeles Lakers, de manera consecutiva, en las temporadas 2008/09 y 2009/10. Siguió jugando un par de años más y se retiró en 2013 tras vestir la camiseta de los Clippers.

Su vida estuvo marcada por las drogas. Cuando era chico debió sufrir las adicciones por su padre quien era adicto a la heroína, encima su madre murió de cáncer de colon cuando Lamar apenas tenía 12 años. Esta situación lo llevó a vivir con su abuela, quien ocho años después también moriría.

Según el propio exjugador solo había probado marihuana, recién siendo jugador profesional probó la cocaína. Tenía 24 años, estaba jugando en Miami Heat y se encontraba de vacaciones en el momento que la consumió por primera vez. A partir de allí su vida cambió para siempre.

Con el correr de los años su problema de adicción a la cocaína se fueron agudizando y a su vez, su vida y su carrera profesional se comenzaban a derrumbar. Lamar encontró contención al lado de Kobe Bryant en Los Angeles Lakers. El fallecido jugador lo sostuvo y lo contuvo, fueron los mejores años de la carrera de Odom, allí consiguió sus dos anillos de campeón.

Pero en 2011, tras finalizar la temporada en la franquicia angelina, en la cual su situación estuvo casi insostenible y el equipo intentó cambiar de aire. Mandó a Odom a Dallas Mavericks para recibir a Chris Paul, esto acrecentó el problema de Lamar que vivió su peor etapa con las adicciones.

Su carrera se fue opacando, jugó dos temporadas más en la NBA, luego tuvo un breve paso en Baskonia de España y se retiró en 2014. Lamar siguió con sus salidas nocturnas y excesos de alcohol y drogas y en 2015 vivió la situación más trágica.

Lamar fue encontrado inconsciente en el prostíbulo Love Ranch en Crystal, a unos 112 kilómetros de Las Vegas, después de dos días de fiesta tomando cocaína, opiáceos y pastillas de Herb Viagra.

“Los agentes que llegaron para asistir al caso se encontraron a una persona inconsciente que echaba sangre por la nariz y la boca junto con un líquido blanco y de inmediato llegó el personal médico que lo lograron estabilizar para su posterior ingreso hospitalario”, contó uno de los policías del caso.

El propio exjugador expresó: “Cuando me desperté en la habitación del hospital en Nevada, no podía moverme. No podía hablar. Estaba atrapado dentro de mi propio cuerpo. Me dolía la garganta como un infierno. Miré hacia abajo y tenía todos esos tubos que salían de mi boca. Así que entré en pánico”.

Luego de ese episodio, pudo recuperarse de milagro, volvió a jugar al básquet en la liga china hasta que se retiró de manera definitiva. Tuvo suerte de poder sortear con éxito una de las peores noches de su vida.