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Este lunes se confirmó la noticia del fallecimiento de Jerrod Mustaf, pivote que pasó por Europa en Barcelona. Pero, además, el interno tuvo problemas fuera del campo que lo dejaron afuera de la NBA.

Después de pasar por Maryland en la NCAA, Mustaf fue elegido en la posición 17 del draft de 1990. Allí jugó cuatro temporadas, repartidas entre New York y Phoenix con 4 puntos en 179 partidos.

Sin embargo, su paso por la liga terminó allí al ser vinculado al asesinato de Althea Hayes en 1993. La joven estaba embarazada y creía que era de Jerrod, por lo que se creyó que la presionó para que abortara según algunos testigos contaron en el medio Roanoke Instances.

Mustaf fue vinculado e investigado, pero nunca fue acusado formalmente, mientras que, si lo fue su primo Lavonnie Wooten, que fue declarado culpable y fue sentenciado a cadena perpetua en 1996.

A pesar de que el jugador siempre sostuvo que fue injustamente vinculado al hecho, el fiscal expresó que se arrepiente de no haber podido llevarlo a juicio por organizar el asesinato de la joven, ya que según informes Hayes llamó a una prima aquella noche para decirle que Wooten estaba violento en su departamento. Además, hasta un oficial de policía que estaba fuera de servicio afirmó ver a Mustaf y Wooten afuera del departamento de Hayes, en un artículo publicado por Washington Instances en 2001.

A su vez, Mustaf intentó seguir en la NBA probando en Seattle y Charlotte, pero debió irse a Europa y siempre expresó que fue expulsado de la NBA. Ya en el plano internacional jugó en España, Polonia, Francia y Grecia.

Ya retirado tugvo problemas con la ley nuevamente cuando en 2001 fue acusado de atacar a su socio Shalamar Muhammad Mustaf y violar una orden de restricción. Luego se convirtió en activista, fundó una liga de básquet callejero y dirigió un programa en Washington para mantener a los adolescentes fuera del sistema de justicia penal.